luns, 23 de xuño de 2014

No me bajes más los impuestos, Mariano, por favor

A usted y a mí nos reingresan unos cientos de euros, a Amancio Ortega o Emilio Botín les retornan miles y millones de euros
Antón Losada
El Increíble Montoro lo ha vuelto a hacer. Ha liado los números de tal manera que llevamos tres días haciendo gráficos, powerpoints e infografías para aclarar si es verdad o no que han bajado los impuestos. Una vez más se demuestra que Churchill tenía razón cuando decía que los números convenientemente torturados confiesan lo que sea. El politólogo Aaron Wildavsky también, al formular su Ley de los grandes números: cuanto más grande la mentira, más grande el número que la ampara
Los números que podamos echar ahora resultan del todo irrelevantes. Los números que cuentan los echaremos y pagaremos en julio de 2016, cuando ya hayamos votado en municipales y generales. No soy adivino, pero me atrevo a pronosticar que ni mi declaración ni la suya saldrán a devolver. Al próximo que venga a marearle con cifras, dígale que lo importante no es cuánto dejen de retenerle hasta entonces, sino cuánto deberá ingresar al liquidar el IRPF en 2016.
"Bajada" de impuestos de cara a las elecciones. Gráfico explicativo: 

A la espera de esa hora feliz, emergen algunas evidencias que ya no van a cambiar. La primera confirma que ese soniquete que nos cuelan siempre sobre Europa obligándoles a hacernos sufrir es otra mentira. Meses de demonizar a Ángela Mérkel, reformar la Constitución en la clandestinidad, llorar por la soberanía perdida, decir que todo lo que figuraba en el memorando del rescate bancario era como los diez mandamientos y ahora resulta que cuando el Gobierno de Madrid quiere hacer algo, lo hace, le guste a Bruselas o no.
La segunda evidencia es pura matemática. Según el Ejecutivo, su presunta reforma fiscal nos va a devolver cerca de 8.000 millones. Si tenemos en cuenta que las subidas anteriores han supuesto pagar 30.000 millones adicionales, decir que el Gobierno baja los impuestos es tanto como decir que Elvis sigue vivo. La supuesta rebaja fiscal de Rajoy es como la chica de la curva, una leyenda urbana, no existe.
La tercera deriva de la anterior. No se trata de una bajada de impuestos pero sí es cierto que a las rentas del trabajo les devuelven una pequeña parte de las subidas anteriores. Como también resulta cierto que aún les devolverán bastante más a las grandes empresas y a las rentas de capital. Los impuestos que nos afectan a todos por igual, ricos y pobres, quedan como estaban. Los impuestos que gravan más a las rentas medias se ajustan levemente a la baja y los impuestos que gravan a los ricos se envuelven para regalo. A usted y a mí nos reingresan unos cientos de euros, a Amancio Ortega o Emilio Botín les retornan miles y millones de euros.
Si es usted un ciudadano harto de la crisis que de verdad quiere cree Rajoy cuando le explica que llega la recuperación y le ha bajado los impuestos, realice un sencillo ejercicio. Olvídese de los números y los gráficos. Pregúntese cuánto suma ese dinero que dicen que le van a devolver y cuánto ha repagado y va a seguir repagando en medicinas, en justicia, en becas, o ayudas para libros, o para comedor, o para transporte, o para vivienda, o cuantos maestros, médicos o trabajadores sociales echa en falta. Si ha dejado usted de recibir el desempleo, o tiene algún dependiente a su cargo, no le digo nada porque ya lo sabe usted todo. Según mis cuentas, cuanto más nos bajan los impuestos, más salimos perdiendo. 

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