martes, 16 de agosto de 2016

"Mientras el fuego sea negocio, seguirán los incendios"

Un agente forestal habla con VIGOÉ sobre la intensa actividad incendiaria de los últimos días en la provincia y los intereses económicos de las quemas intencionadas. Los gastos de extinción rondan los 60.000 euros la hora; un helicóptero, entre 3.000 y 6.000 euros cada 60 minutos

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Monte de VentoselaFoto tomada por: Redondela
La pregunta del millón (nunca mejor dicho) es quién quema nuestros montes y por qué. Más de mil hectáreas arrasadas en tres días han disparado una alarma que se reproduce cada verano en Galicia, pero detrás de ese desastre natural hay un gran "negocio del fuego". Un agente forestal habla con VIGOÉ sobre la intensa actividad incendiaria de los últimos días en la provincia y los intereses que existen detrás de cada fuego.
Periodista: Vosotros tenéis que saberlo, os pasáis la vida en los montes, es vuestro trabajo. ¿Quién le planta fuego?
Agente forestal: Te lo voy a decir de otra forma. Mientras el fuego sea negocio, seguirán los incendios. Lo que hay que preguntarse es quién saca rendimiento económico a esta desgracia.
La conversación se daba hace pocas horas en uno de los múltiples incendios que se registran estos días en la provincia de Pontevedra. Eran las tres de la madrugada y el fuego continuaba llevándose por delante cientos de hectáreas (más de 1.000 en solo tres días). Bomberos, brigadas, agentes forestales, guardias civiles, efectivos de Protección Civil, camiones, carrocetas, palas... los helicópteros y aviones ya no están, no vuelan por la noche.
Un agente forestal con más de tres lustros de experiencia y cuyo nombre no quiere desvelar ofrece a VIGOÉ su opinión sobre las causas reales de la última oleada de incendios en Galicia. "Piénsalo -insiste-, quién se lucra, quién gana mucho dinero cuando arde un monte".
El frente de las llamas, la madrugada del martes en Soutomaior. / Foto: Selika

Uno de los argumentos más esgrimidos en las últimas décadas ha sido la utilización de la madera, pero esa opción parece descartada. "La madera pierde valor con un incendio, así que no puede ser", añade.
La Consellería reitera una y otra vez que el 99% de los fuegos son intencionados y que la gran mayoría se inician junto a los caminos, hecho que apoya la teoría, puesto que si fuesen casuales se declararían en diferentes zonas.
artefacto"Hemos encontrado paracaídas, velones atados a cerillas para retardar el fuego e incluso animales utilizados como antorchas para provocar el mayor daño posible", señala el agente forestal. Uno de esos artefactos con cerillas fue localizado este miércoles en Ourense (imagen de la derecha).
El responsable de esta brigada añade que este verano confluyen todas las circunstancias para que Galicia arda por los cuatro costados. "Ya ocurrió en 2006 (año de mayor actividad incendiaria) y se vuelven a dar todos los factores: verano seco, viento...", explica.
Para reducir el riesgo se han llegado a limitar los vuelos deportivos. "Incluso se ha especulado con la existencia de avionetas llegadas desde Portugal para provocar fuegos, aunque nunca se ha demostrado", explica.
Ventosela (Redondela), este miércoles. / Foto: Jorge Castro

Uno de los contratos aprobados este año por la Xunta para servicio integral de helicópteros y brigadas helitransportadas destinados a la prevención y defensa contra los incendios forestales abarca los años 2016, 2017 y 2018. Su coste total es de más de 36,6 millones de euros, pero en realidad existen variables que pueden elevar el importe al ser necesario dedicar más medios terrestres y aéreos a la extinción, además de otros contratos que refuerzan el servicio hasta rondar los 100 millones de euros anuales.
Un informe del año 2012 (documento adjunto al final del artículo) ya apuntaba que los gastos por hora de cada helicóptero en un incendio variaba, en función del modelo, desde los 2.800 euros de un Sokol a los 6.000 euros de un Kamov. En esta tabla de costes figura igualmente desde el precio por hora de un agente forestal (24,72 euros) a una brigada de extinción helitransportada (268,44 euros).
"Ahí está la clave"
Con un simple cálculo sobre un gran incendio, en el que es necesario utilizar un gran número de medios, el importe puede superar los 60.000 euros la hora. Multiplicado por cada día, la factura es estratosférica. "Ahí está la clave y se puede acabar con ello, pero otra cosa es que quieran", lamenta.
La coordinación y la prevención son otros de los asuntos más demandados. Tanto agentes como brigadas reclaman que se hagan más trabajos a lo largo del año para evitar que los montes se conviertan en polvorines. La gota que colma el vaso es la falta de un mando único para que todos los equipos de extinción trabajen conjuntamente. "Existe una descoordinación total, cada uno va por su lado y nunca sabes lo que está haciendo el otro", denuncia el agente forestal.
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