luns, 30 de xaneiro de 2017

¿Cuánto deja de recaudar al año el Estado de las grandes empresas?

Desde 2007 ha existido una considerable brecha fiscal entre las grandes empresas y las pequeñas.

http://www.nuevatribuna.es/



Esta semana el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, aseguraba públicamente que las grandes empresas y corporaciones tienen que pagar más impuestos para contribuir a la cohesión social en España. Es decir, aplicar eso del que más tiene, más debe ‘arrimar el hombro’, algo que nuestro sistema tributario ya incluye en el principio constitucional de progresividad, pero que lamentablemente se ha deteriorado en los últimos años.
Y, concretamente, en el Impuesto sobre Sociedades viene sucediendo desde hace años al contrario, a pesar de contar con tipos impositivos fijos. De hecho, desde 2007 ha existido una considerable brecha fiscal entre las grandes empresas y las pequeñas. En ese año, las pymes tributaban al 22,6% de su resultado contable positivo, es decir, de sus beneficios, mientras que las grandes lo hacían al 9,9%. En 2014, último año del que hay datos disponibles, las pymes tributaban a un 13,9% de su resultado contable, mientras que las multinacionales y grupos empresariales lo hacían al 6,2%.
¿Y en qué se traducen esas diferencias? En una cantidad que se va hasta los 77.000 millones de euros en el periodo entre 2007 y 2014 si la carga fiscal de los grupos empresariales fuera igual a la de las pymes, lo que significa que en promedio se registra una pérdida recaudatoria anual de 9.600 millones de euros procedentes de las grandes empresas, y que en tiempos de crisis como los pasados podrían haber suavizado los recortes en educación o sanidad, entre otras partidas sociales, o las subidas fiscales para todos los contribuyentes.
En el nuevo Plan de Control Tributario para 2017, la Agencia Tributaria (AEAT) dice que quiere estrechar el cerco sobre estas grandes compañías y fortunas. Ahora bien, los Técnicos de Hacienda creemos que ese mayor control de estos contribuyentes de altos ingresos es un objetivo meramente declarativo que difícilmente pueda llevarse a la práctica si no se hace una reestructuración integral de la AEAT. Esto supone dotar de más personal a la Agencia y de más competencias a los efectivos actuales para que puedan perseguir el gran fraude.
Por el contrario, todo indica que no se alterará la situación actual en la que el 80% de los efectivos de la AEAT se dedica a investigar el fraude cometido por pymes, autónomos y trabajadores, lo que deja poco margen para luchar contra el fraude sofisticado de las grandes fortunas y multinacionales, que es el que está haciendo el agujero más grande a las arcas públicas. Y todo ello con Bruselas vigilante para que España cumpla el objetivo de déficit de este año, del 3,1% del PIB, mostrando su escepticismo de que puedan recaudarse 2.000 millones adicionales por las medidas contra el fraude incluidas en el plan presupuestario actualizado para 2017.

De cabeza al desastre

El mundo no puede permitirse que EEUU deje el acuerdo sobre el cambio climático

Editorial EL PAÍS 29/01/17
http://elpais.com/


Formaciones de hielo en la Antártida.  AFP


La escalada de decisiones unilaterales y de marcado signo aislacionista que han caracterizado los primeros días del mandato de Donald Trump como presidente de Estados Unidos hace temer lo peor en uno de los ámbitos en los que todos nos jugamos el futuro: el del cambio climático. Si Trump decide finalmente abandonar el acuerdo de París para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero y frenar el calentamiento global, los objetivos trabajosamente acordados tras años de presión científica y ciudadana estarán en grave peligro.
Aunque formalmente Estados Unidos no puede abandonar el acuerdo por lo menos hasta 2019, la decisión de retractarse puede resultar un escollo insuperable. El gran éxito de la cumbre de París fue lograr que los dos mayores contaminantes del planeta, China y Estados Unidos, que no habían suscrito el acuerdo de Kioto, se sumaran al nuevo consenso adoptado por 195 países. El acuerdo pretende garantizar que el aumento de las temperatura media del planeta no supera los 2ºC a final de siglo, pero para ello se ha negociar en estos próximos años una nueva vuelta de tuerca en los compromisos de reducción de emisiones alcanzados hasta ahora, pues son insuficientes. Antes de 2018 se ha de materializar además el fondo de 100.000 millones acordado para compensar a los países en desarrollo. Nada de ello será posible si Trump actúa de la forma unilateral que hasta ahora le ha caracterizado.Los primeros signos no son alentadores. El nombramiento de un conocido negacionista del cambio climático al frente de la agencia norteamericana de Protección del Medio Ambiente es un pésimo augurio, reforzado por una serie de decisiones que en lugar de reducir, estimularán el uso de combustibles fósiles. Entre ellas figuran el desbloqueo de un gran acueducto de 4.000 kilómetros entre Alberta y el Golfo de México; el levantamiento de restricciones a las emisiones y la supresión de los estudios de impacto ambiental como requisito para aprobar infraestructuras e industrias.
El mundo consciente de este peligro contiene la respiración mientras emergen nuevos datos que corroboran la inminencia del desastre. Durante varios meses de 2016 la superficie de hielo marino del Ártico ha alcanzado un nuevo mínimo histórico, el mayor retroceso desde que se hacen mediciones. De seguir a este ritmo, en veinte o treinta años estará sin hielo la mayor parte del año. El Ártico se calienta además a un ritmo dos veces más rápido que el resto del planeta, lo que constituye a su vez en un factor de aceleración del cambio climático. Las consecuencias del deshielo en corrientes marinas y de aire provocan alteraciones climáticas y fenómenos extremos muy lejos de la zona helada.
Las alteraciones del cambio climático han causado desde 1980 pérdidas económicas por valor de más de 400.000 millones de euros, según la Agencia Europea del Medio Ambiente, y van en aumento. El mundo no puede permitirse que los acuerdos de París queden embarrancados por la retirada de Estados Unidos. No puede permitir que la ignorancia y el egoísmo comprometan algo tan vital para todos. Los demás países firmantes tienen que poner cuantos medios diplomáticos y de presión sean necesarios para evitarlo.

Leer es un acto revolucionario

DAVID TORRES
http://www.publico.es/

París:

No hay críticos literarios tan perspicaces como la gente que no lee, es un hecho. Hace unos días la pasajera de un avión procedente de Turquía iba leyendo un libro sobre cultura siria (Syria speaks: Art and Culture from the Frontline) y terminó en un despacho del aeropuerto de Doncaster rodeada por varios policías que le preguntaban sin rodeos qué diablos estaba leyendo. A una azafata el título le dio repelús y avisó al piloto quien a su vez avisó a las autoridades en tierra. Faizah Shasheen, psicoterapeuta de ojos almendrados, confesó casi en seguida la verdad: estaba leyendo un libro. Ya que el libro no era el Corán y que llevaba en su título las palabras “arte” y “cultura”, las posibilidades de que trabajase para el ISIS se reducían mucho, pero aun así la policía no se quedó tranquila y prosiguió el interrogatorio durante quince minutos.
No se equivocaban, sin embargo, en la sospecha de que los libros son peligrosos y la lectura una actividad subversiva. Está comprobado históricamente que las prohibiciones o la censura no valen de nada contra ella. Basta quemar un libro o retirarlo de la circulación para que empiece a florecer en manuscritos y fotocopias que van pasando de mano en mano. Por eso el neoliberalismo, tan liberal él, ha decidido cambiar de táctica y luchar contra el vicio de leer mediante el sencillo procedimiento de enterrar entre toneladas de papelería un solo gramo de literatura valiosa. Por una novela que vale la pena, por un ensayo que dice algo importante, por un poema de verdad, se publican (y se publicitan) millares de libros de mierda, con presentadores televisivos recauchutados en novelistas playeros, famosos catódicos metidos a filósofos de piscina y poetas repentinos que escriben endecasílabos con alevosía y sin premeditación. No hay ningún peligro de que ninguno de estos productos caducifolios dañe su corazón, golpee su cabeza o desgarre sus más íntimas convicciones: valen menos que la tinta y el papel en que están escritos. Son inodoros, incoloros e insípidos; como dice mi amigo, el poeta Jesús Urceloy, son “libros Ariel”: entras blanco y sales blanquísimo.
El cómico Bill Hicks contaba que una noche que estaba cenando en una hamburguesería y hacía tiempo leyendo una novela, se le acercó una camarera mascando chicle y le preguntó: “¿Para qué estás leyendo?” Hicks se quedó bastante sorprendido porque era la primera vez que alguien quería saber para qué: normalmente la pregunta se refería a qué diablos hacía leyendo. “Bueno” respondió Hicks, “supongo que leo para no terminar de camarera en un hamburguesería, creo que eso está bastante alto en mi escala de valores”. Hicks se equivocaba de cabo a rabo: con un currículum similar podría terminar de presidente del gobierno.
Dentro del amplio sector de los no lectores, los aduaneros son los críticos literarios más despiadados con mucha diferencia. En cualquiera de mis viajes, sea al país que sea, jamás se me ocurriría rellenar la casilla referente a profesión con el título de “escritor”, “periodista” o “columnista” (lo de “novelista” equivaldría directamente al suicidio). La cultura siempre es una actividad subversiva, como bien sabe mi amigo Javier Blanco Urgoiti a quien un día, cuando estaba en Eslovaquia con unos amigos, se le ocurrió ir a Uzghorod, en Ucrania, para poner una estampilla más en el pasaporte. De paso, aprovecharon para visitar una iglesia ortodoxa y disfrutar un buen rato con el misterio de la liturgia. De regreso, a los guardias de la aduana les pareció muy extraño que hubiesen permanecido apenas un día en el país únicamente para ver Uzghorod, una ciudad donde no hay nada que ver. Los interrogaron incansablemente durante varias horas, hasta que al final, cuando ya estaban pensando en desmontar el coche, entró un oficial de alto rango que hablaba castellano. “Decid la verdad” dijo sonriendo. “Habéis ido de putas, ¿a que sí?”. A Javier se le iluminó la cara. Claro, de putas, cómo no se le había ocurrido antes. Los aduaneros estallaron en risotadas cuando lo tradujo. El oficial le dio un codazo mientras les devolvían los pasaportes. “Están buenas nuestras mujeres, ¿eh? Haberlo dicho antes, hombre”
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La intención en lo que se dice (a propósito de Strawberry y una barra de mortadela)



Miguel Pasquau Liaño
http://ctxt.es/

La sentencia del Tribunal Supremo por la que se condena a César Strawberry hace un esfuerzo argumentativo interesante para justificar una decisión que notoriamente iba a resultar llamativa, y para inscribirla en una trayectoria jurisprudencial constante. La he leído con atención y lo que me he encontrado es un criterio jurídico muy claramente expuesto, del que disiento, como disiente, con no menos claridad expositiva, el voto particular del magistrado Perfecto Andrés Ibáñez. Voy a intentar exponer fielmente cuál es ese criterio sostenido por la sentencia y cuáles son los motivos no sólo de mi disentimiento como jurista, sino también de mi preocupación como ciudadano.
¿Por qué el Tribunal Supremo ha condenado a César Strawberry?
Recordemos que la Audiencia Nacional había absuelto al ahora condenado. En su declaración de hechos probados la Audiencia incluyó la siguiente afirmación: "No se ha acreditado que César [Strawberry]  con estos mensajes buscase defender los postulados de una organización terrorista, ni tampoco despreciar o humillar a sus víctimas". Esta afirmación no ha sido corregida por el Tribunal Supremo, entre otras cosas, porque no habría podido, dado el ya asentado criterio jurisprudencial (de alcance constitucional) según el cual el tribunal que conoce de un recurso no puede modificar los hechos (particularmente los de carácter subjetivo o intencionales) en contra del reo sin practicar prueba personal (como mínimo la declaración del acusado), prueba que no es posible en el recurso de casación.
En consecuencia, el Tribunal Supremo asume la premisa de que el acusado no pretendía defender los postulados del terrorismo, ni humillar a las víctimas a las que aludía en sus mensajes. Es decir, pretendía "otra cosa". Sea cual fuere.
ESTE DELITO, DEFIENDE EL SUPREMO, NO EXIGE UNA DETERMINADA INTENCIÓN DE ENALTECER, JUSTIFICAR, O HUMILLAR. SIMPLEMENTE QUE LOS ACTOS SE REALICEN CON CONCIENCIA DE SU CONTENIDO SEMÁNTICAMENTE ENALTECEDOR O HUMILLANTE
Pero el Tribunal Supremo sostiene que el delito por el que se acusaba, es decir, el artículo  578 del Código Penal (que castiga con pena de entre uno a dos años el "enaltecimiento o la justificación públicos" de los delitos de terrorismo, y la  "la realización de actos que entrañen descrédito, menosprecio o humillación de las víctimas de los delitos terroristas o de sus familiares") no exige un dolo específico o redoblado, sino sólo el dolo común. Dicho para no juristas, no exige una determinada intención de enaltecer, justificar, o humillar, sino simplemente que los actos (o mensajes) se realicen con conciencia de su contenido semánticamente enaltecedor o humillante. Y como ese dolo común (es decir, que escribió los mensajes queriendo "escribirlos" y conociendo su contenido, y que no fue "sin querer") sí resulta acreditado en la sentencia de la Audiencia Provincial, basta con constatar que objetivamente las proposiciones lingüísticas (el texto en su literalidad) suponen una aprobación, añoranza o deseo de métodos terroristas para resolver conflictos, o un agravio humillante a víctimas concretas, para entender que el delito se ha cometido.
Así, la condena se basa no en una distinta percepción de los hechos (que estaría vedado al Tribunal Supremo por las razones que se han dicho antes) sino en un criterio jurídico diferente: para la Audiencia Nacional la intención con que se escribieron sí importa, y sólo hay delito si de verdad se quiere enaltecer o humillar. Para el Tribunal Supremo, máximo intérprete del artículo 578 CP, la intención no importa, pues basta con que semánticamente en las expresiones se encuentre un enaltecimiento o una humillación. Da igual que se trate de una hipérbole, de un chiste o de "una manera de hablar". Lo que importa es lo que se dice (y se lee o se oye), siempre que uno sea dueño de sus palabras. Y desde ese punto de vista, si se dice "A Ortega Lara habría que secuestrarlo ahora", se está expresando "el deseo de un nuevo secuestro" del mismo. Y si se escribe que "el fascismo sin complejos de Esperanza Aguirre me hacen añorar hasta el GRAPO", se está "legitimando el terrorismo como fórmula de solución de los conflictos sociales". Un año de prisión.
¿La intención no importa?
CONTRA LO QUE ALGUNOS PIENSAN, CREO QUE LA EXISTENCIA DE ESE DELITO PREVISTO EN EL ARTÍCULO 578 TIENE JUSTIFICACIÓN Y NO VULNERA POR SÍ MISMA EL DERECHO FUNDAMENTAL A LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN
De  entrada debo decir que, contra lo que algunos piensan, creo que la existencia de ese delito previsto en el artículo 578 tiene justificación y no vulnera por sí misma el derecho fundamental a la libertad de expresión. Piensen si no merece reproche penal la conducta de un tipo que aborda a la viuda de un ciudadano asesinado por un grupo terrorista y le espeta en su cara un "jódete", o un "se merecía eso y mucho más". O piensen en quienes lanzan en público soflamas reclamando la vuelta a la lucha armada de ETA. Cuando se procura humillar y redoblar el dolor de una víctima de un atentado terrorista, o cuando se alienta o propugna en serio la violencia terrorista, se está cometiendo un delito relacionado con el terrorismo. No me cuenten, pues, entre las almas angélicas que creen que terrorismo es sólo apretar el gatillo.
Pero dicho esto, no puedo compartir el argumento fundamental del Tribunal Supremo, según el cual, "la intención es irrelevante", por lo que no es preciso acreditar con qué finalidad se escribieron los tuits de César Strawberry para considerarlo culpable de un delito de terrorismo. Esta interpretación del artículo 578 se aparta de la finalidad de la norma e impone de manera desproporcionada e injustificada limitaciones a la libertad de expresión, que. como es sabido, incluye la exageración retórica como recurso argumentativo, la parodia, la provocación (en función de lo que se quiera provocar), e incluso la estupidez. La única humillación que puede ser calificada de terrorista es aquella que se alinea de manera inequívoca con la acción terrorista y que abunda deliberadamente en el dolor causado por éste. Pero no debería poder condenarse por ese delito cuando, desde una lectura objetiva y razonable de los mensajes, haya de deducirse sin equívocos que "no está hablando en serio", es decir, que está transmitiendo algo diferente a lo que literalmente dice la frase. Y esto es finalidad.
Para no ponérnoslo fácil, analicemos el tuit que me parece más despreciable: "A Ortega Lara habría que secuestrarle -sic- ahora"Fíjense en que no se trata de un chiste, porque tal y como está formulado está claro que lo que pretende provocar no es la risa.  En su expresión literal, el tuit parece emitir una opinión, según la cual es deseable o incluso obligado ("habría") secuestrar a quien pasó centenares de días en un zulo infame. Parece obvio que lo que se dice no sólo no puede ser del agrado de Ortega, sino que además banaliza algo inimaginablemente traumático en su vida, por lo que no es arriesgado pensar que le produzca indignación o incluso dolor. Pero, ¿no es relevante la intención con la que se dijo? ¿Y si la frase la pronuncia como modo de reprochar a Ortega Lara una opinión o una actitud, como miembro de un partido político (de cuyo nombre no me acuerdo) que le parezcan despreciables? ¿Nunca han dicho ustedes, ante un disparate de alguien, que es "p’a matarlo"? ¿De verdad, en tal caso, están emitiendo una opinión sobre la conveniencia de dispararle un tiro? Pues, con arreglo al criterio sentado por esta sentencia del Tribunal Supremo, sepan que si esa persona ha sido víctima del terrorismo, no hay más que hablar: como la intención es irrelevante, da igual que lo que se esté despreciando sea una opinión o conducta de alguien que tiene la condición de víctima del terrorismo, y no el hecho mismo de ser víctima. Da igual que usted se desgañite diciendo que "por favor, era una manera de hablar", una hipérbole, o un exabrupto. No: al decir "es p’a matarlo", usted ha dicho que merece la muerte, se adhiere a la órbita y métodos del terrorismo.
DA IGUAL QUE EL ACUSADO DIGA "PERO HOMBRE, ES UNA MANERA DE HABLAR": NO, HAS DICHO QUE AÑORAS “HASTA AL GRAPO”, Y AÑORAR ES AÑORAR
Vamos a otro: "El fascismo sin complejos de Aguirre, me hacen añorar hasta el GRAPO". Este twit, desde luego, no puede ser calificado como delito de humillación de las víctimas del terrorismo, porque Esperanza Aguirre, por fortuna, no tiene esa condición de víctima. Sería, por tanto, el delito hermano de "enaltecimiento del terrorismo". La expresión "añorar", en su sentido semántico (el único que debe considerarse según el Tribunal Supremo), comporta deseo y aprecio de algo que hubo y que ya no hay, además de una justificación del terrorismo como "fórmula de solución de los conflictos sociales". Es decir, se está defendiendo en público que ante personas como Esperanza Aguirre está justificada y es deseable la existencia de una organización terrorista que acabara con ella. Da igual que el acusado diga "pero hombre, es una manera de hablar": no, has dicho que añoras “hasta al GRAPO”, y añorar es añorar.
Así que tengan cuidado. No digan nunca más eso de que "a los políticos habría que cortarles el cuello a todos", porque aunque no lo digan en serio, se trata de enaltecimiento del terrorismo. Ni digan en una red social que a los etarras habría que fusilarlos por la mañana temprano, porque eso no es una forma de hablar políticamente incorrecta, sino "legitimar el terrorismo como fórmula de solución de los conflictos". Como dice esta sentencia, la "provocación, la ironía o el sarcasmo" no sirven de excusa: usted ha dicho lo que ha dicho, así que déjese de contextos. Es el texto, estúpido.
Pero la intención sí importa, claro que importa, cuando se trata de saber qué es lo que "en realidad" se está diciendo.  Pocas cosas hay más claras en el ámbito de la lingüística que la de considerar la intención y el contexto como imprescindibles para entender el significado correcto y el valor que hay que dar al texto. No se está diciendo lo mismo cuando palabras idénticas se dicen en broma o en serio, para llamar la atención o para enfatizar lo que verdaderamente se está queriendo decir, que obviamente puede ser diferente de lo que se está literalmente diciendo. Supongo que no hace falta poner ejemplos.
COMO DICE ESTA SENTENCIA, LA "PROVOCACIÓN, LA IRONÍA O EL SARCASMO" NO SIRVEN DE EXCUSA: USTED HA DICHO LO QUE HA DICHO, ASÍ QUE DÉJESE DE CONTEXTOS. ES EL TEXTO, ESTÚPIDO
El Tribunal Supremo reprocha a la Audiencia Nacional que confunda el "dolo" (querer decir lo que se dice) con el "móvil" (lo que se pretende subjetivamente conseguir con lo que se dice). Pero, en mi opinión, el Tribunal Supremo confunde el móvil con la intención. Una cosa es "para qué estoy escribiendo un tuit" (para que me quieran, para conseguir más seguidores, para vender más discos o para alentar a las masas a favor de la violencia) y otra cosa es "qué estoy queriendo decir con lo que digo". Esto no es móvil, sino intención, y forma parte imprescindible (un lingüista no lo pondría en duda) del mensaje, particularmente cuando, como en el caso de los tuits de César Strawberry, es fácilmente perceptible por un destinatario normal (no rebuscado ni inquisidor). Así lo entendió la Audiencia Nacional, y concluyó que ninguno de los mensajes comportaban enaltecimiento ni humillación, porque era perceptible (obviamente por el contexto) que no se estaba queriendo enaltecer ni humillar. A Ortega Lara no puede gustarle obviamente que le digan que deberían secuestrarlo ahora (¡y no antes, cuando los terroristas lo secuestraron!), pero seguramente si no le gusta no será por miedo a sufrir un nuevo secuestro, sino por el desprecio que eso supone, no a su condición de víctima, sino a sus opiniones políticas actuales, que son tan respetables (y por tanto tan susceptibles de escarnio) como cualesquiera otras. Eso es lo que César Strawberry pretendía, y eso es lo que realmente hizo: no postular un nuevo secuestro, ni reírse burlescamente de su secuestro, sino ridiculizar una ideología con un recurso retórico que puede resultar deleznable, pero que de ninguna manera puede desencadenar un año de cárcel por un delito de terrorismo.
No me resisto a contar una anécdota sobre la intención y la literalidad de lo que se dice. Dos amigos míos convivían, cuando eran universitarios, en un piso. Uno era religioso y el otro muy mal hablado, cada dos o tres se estaba "cagando en dios". El religioso habló con él para pedirle que por favor intentara evitar esa expresión, porque le resultaba hiriente. El mal hablado le explicó que por supuesto no quería "cagarse en dios", sino que era simplemente un exabrupto de desagrado; con todo, le prometió cuidar su lenguaje. Durante una semana no profirió esa frase, pero una tarde, a la hora de merendar, no lograban extraer la mortadela ‘Mina’ (¿la recuerdan?) de la lata en que estaba envasada. Tenían hambre. La agitaron, y la barra de mortadela se estrelló contra el suelo y rodó, llenándose de suciedad. El mal hablado se mordió la lengua, y al cabo de uno segundos, le dijo al religioso: "A ver... ¡dime si esto no es para cagarse en dios". Pues eso, menuda blasfemia. Con dolo...
El voto particular
SI LOS JUECES NO RESERVAN ESTE TIPO DE DELITOS DE EXPRESIÓN A LAS CONDUCTAS MÁS GRAVES QUE INEQUÍVOCAMENTE DENOTEN UN "VERDADERO" ENALTECIMIENTO DEL TERRORISMO O HUMILLACIÓN DE SUS VÍCTIMAS, MUCHO ESTÁ TARDANDO EL LEGISLADOR EN IMPEDIRLO
Si los jueces no reservan este tipo de delitos de expresión a las conductas más graves que inequívocamente denoten un "verdadero" (y no semántico) enaltecimiento del terrorismo o humillación de sus víctimas, incidiendo en su herida para que sufran más o despreciándolos en su condición misma de víctimas, entonces mucho está tardando el legislador en impedirlo. Urgente es una iniciativa parlamentaria para la modificación del texto legal, a fin de describir el delito de manera que no permita el castigo penal por expresiones que, como dice el voto particular del magistrado Perfecto Andrés Ibáñez, "no tienen ninguna consistencia discursiva" y "se agotan en sí mismas, sin mayor recorrido", como un exabrupto que quiere deliberadamente ser políticamente incorrecto y disruptivo ("en el plano del lenguaje", es decir en la forma de expresarse), pero nada más.
Este voto particular añade algo importantísimo sobre lo que habríamos de reflexionar: "ningún derecho penal de inspiración constitucional y democrática puede ser potestativamente [es decir, según el criterio de cada juez] expansivo". Y, uf, fíjense en lo que dice a continuación: "Y que cuando ya las propias disposiciones legales acusan este grave defecto -presente de forma paradigmática en legislaciones como la antiterrorista, denunciada, no sin fundamento, como una suerte de derecho penal de excepción-, es función del intérprete-aplicador, el judicial sobre todo, contener tal recusable desbordamiento de la que, por su virtud, deja de ser la última o extrema ratio".
Me declaro preocupado de que estos argumentos no hayan sido capaces de inclinar la balanza hacia una sentencia confirmatoria de la absolución acordada por la Audiencia Nacional.

40 años de la matanza de Atocha: el régimen que murió matando

El 24 de enero de 1977 por la noche, tres pistoleros de la extrema derecha irrumpieron en un despacho de abogados laboralistas vinculado al PCE y CCOO

Murieron cinco personas y otras cuatro resultaron heridas

El crimen, al que sucedió un cortejo fúnebre organizado por el entonces ilegalizado PCE por el centro de Madrid, se produjo seis meses antes de las primeras elecciones de la reinstauración democrática


ENTIERRO ABOGADOS ASESINADOS MATANZA DE ATOCHA: Madrid, 26-1-1977.- Miles de personas abarrotan las calles para presenciar el paso de la comitiva fúnebre con los féretros de Javier Sauquillo, Enrique Valdelvira y Angel Rodríguez Leal, que junto a otras seis personas fueron ametralladas por dos jóvenes en el despacho laboralista que Comisiones Obreras tiene en la calle Atocha.
Miles de personas abarrotan las calles de Madrid para presenciar el paso de la comitiva fúnebre con los féretros de Javier Sauquillo, Enrique Valdelvira y Angel Rodríguez Leal, que junto a otras seis personas fueron ametralladas en el despacho laboralista que Comisiones Obreras tenía en la calle Atocha. Madrid, 26-1-1977.EFE/JD
Andrés Gil
http://www.eldiario.es/
El régimen agonizaba. Y lo sabía. Franco había muerto en noviembre de 1975 convencido de que todo quedaba "atado y bien atado", pero el contexto histórico hacía cada vez más inviable que los Principios Fundamentales del Régimen, los "valores del 18 de julio", jurados en 1968 por Juan Carlos, pudieran seguir vigentes: España tenía ante sí el reto de ser como sus vecinos o ser el búnker nacionalcatólico de Europa Occidental.
Y había algunos que seguían defendiendo que España fuera el búnker nacionalcatólico de Europa Occidental. Franco firmó sus últimas sentencias de muerte semanas antes de morir, en septiembre de 1975; en marzo de 1976 se produjeron los sucesos de Vitoria con cinco huelguistas muertos; en mayo de 1976, los sucesos de Montejurra, con dos carlistas muertos. Y la matanza de Atocha, de la que este martes se cumplen 40 años, fue un símbolo de cómo un régimen mataba en su agonía, de cómo el búnker, los ultras, quienes se aferraban a los girones de un franquismo que no iba a perdurar a quien le dio nombre, seguían apropiándose del concepto de España: la una, la grande, la libre, la rojigualda, la católica; frente a la roja, la plurinacional, la tricolor, la laica. Hasta tal punto se ha convertido en un símbolo, que es uno de los pocos crímenes cometidos por la ultraderecha entre 1939 y 1978 que ha tenido un juicio y un reconocimiento.
En definitiva: tres pistoleros que irrumpen en un despacho de abogados laboralistas un lunes por la noche –entre las 22.30 y las 22.45– para emprenderla a tiros con quienes allí se encuentran. ¿Por qué? Porque eran comunistas y de Comisiones Obreras.
Los tres asesinos se llamaban José Fernández Cerrá, de 31 años; Carlos García Juliá, de 21, y Fernando Lerdo de Tejada, de 23. 
Las Comisiones Obreras surgieron en 1962 aprovechando los resquicios de la ley sindical para ser un agente en la negociación colectiva. Así pasó con Joaquín Navarro y el Transporte –que fue elegido como representante de los trabajadores ante el espanto de la dirección del sindicato vertical del transporte–; quien celebraba asambleas precisamente en el despacho de Atocha, 55 para convocar huelgas; cuya presencia estaba prevista ese 24 de enero de 1977: era uno de los objetivos de los pistoleros.

ENTIERRO DE LOS ABOGADOS ASESINADOS EN MATANZA DE ATOCHA: Madrid, 26-1-1977.- El dirigente comunista Simon Sánchez Montero pronuncia unas palabras en el cementerio de carabanchel, despues del entierro de los restos mortales de Enrique Valdevira y Francisco Javier Sauquillo. El pasado 24 de enero nueve personas eran ametralladas por dos jóvenes armados con "Mariettas"(Ingram M-10). Los abogados Enrique Valdevira, Luis Javier Benavides y el administrativo Ángel Rodríguez Leal murieron en el acto; Javier Sauquillo y Serafín Holgado en el hospital.
El dirigente comunista Simón Sánchez Montero pronuncia unas palabras en el cementerio de Carabanchel, después del entierro de los restos mortales de Enrique Valdevira y Francisco Javier Sauquillo. Madrid, 26-1-1977. EFE/AA
Pero Navarro, a quien iban a dar "un susto", no acudió al despacho. Las víctimas fueron Luis Javier Benavides, Serafín Holgado, Ángel Rodríguez, Javier Sauquillo y Enrique Valdevira. Y los heridos, Alejandro Ruiz-Huerta, Dolores González, Miguel Sarabia y Luis Ramos, estos dos últimos ya fallecidos.
"Yo me libré porque había cambiado el lugar de una reunión", recordaba la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, en la presentación del libro de Jorge M. Reverte La Matanza de Atocha (La Esfera de los libros), en enero de 2016: "Recuerdo los hechos de ese día y los siguientes, se te graban. Y cambiar de un despacho a otro la reunión que tenía que dirigir me salvó la vida, y salvó la vida a otros compañeros que recibieron un burofax cambiando las reuniones. Tengo un recuerdo nítido de lo que pasó".

Manuela Carmena, en 1977, en el documental 'Los abogados de la democracia', realizado por Tino Calabuig para la Fundación Abogados de Atocha y CCOO de Madrid, proyectado en el 33 aniversario de los "Abogados de Atocha".
Manuela Carmena, en 1977, en el documental 'Los abogados de la democracia', realizado por Tino Calabuig para la Fundación Abogados de Atocha y CCOO de Madrid, proyectado en el 33 aniversario de los "Abogados de Atocha".
"Siempre que me preguntan, digo que me parece importantísimo hablar del asesinato, que fue un crimen horrible, pero también hablar de la vida que llevábamos", explicaba Carmena. "Éramos extraordinariamente felices en aquel despacho. La lucha por mejorar la sociedad en la que se vive, por la justicia y la igualdad, en esta situación de mundo injusto en el que vivimos, creo que es importante, esencial".
La alcaldesa apuntaba un detalle muy propio de aquellos días de tensión: "Hubo un colectivo de obreras y obreros que nos protegieron después de los asesinatos, una cadena que llegaba desde la puerta de la calle hasta el despacho. Recuerdo esa cadena de personas que no tenía capacidad objetiva de protegernos, pero sentí la calidez de todas aquellas personas. Hay que enfocar la injusticia tan brutal de la pérdida de la vida: no están porque hubo alguien que decidió quitarles la vida, nada hay que justifique quitar la vida y por eso nos parece importante su memoria para abrir un camino para las personas que siguen intentando hacer un mundo más justo".
Si la extrema derecha intentaba buscar una reacción violenta del PCE, se encontró con un funeral silencioso; si los pistoleros esperaban encontrar impunidad, se encontraron con un arresto y una condena... Salvo para uno, Lerdo de Tejada, que aprovechó un generoso permiso penitenciario en abril de 1979, para darse a la fuga, y fugado sigue.
En pocos días, la policía detuvo a José Fernández Cerrá, Carlos García Juliá y Fernando Lerdo de Tejada como autores de la matanza. Y también a Francisco Albadalejo Corredera –secretario provincial del sindicato vertical del Transporte– como autor intelectual.
También fueron detenidos Leocadio Jiménez Caravaca y Simón Ramón Fernández Palacios, excombatientes de la División Azul, por facilitar las armas, y Gloria Herguedas, novia de Cerrá, como cómplice.

CAPILLA ARDIENTE DE LOS ABOGADOS ASESINADOS EN MATANZA DE ATOCHA Madrid, 26-1-1977.- Se ha instalado en la sede del colegio de Abogados, en el Palacio de Justicia, la capilla ardiente con los féretros de los abogados asesinados en el despacho laboralista que Comisiones Obreras tiene en la calle Atocha. El pasado 24 de enero nueve personas eran ametralladas por dos jóvenes armados con "Mariettas"(Ingram M-10). Los abogados Enrique Valdevira, Luis Javier Benavides y el administrativo Ángel Rodríguez Leal murieron en el acto; Javier Sauquillo y Serafín Holgado en el hospital.
Sede del colegio de Abogados, en el Palacio de Justicia, donde se instaló la capilla ardiente con los féretros de los abogados asesinados en el despacho laboralista de Atocha. EFE/AA
Pero el juez de la Audiencia Nacional encargado del caso, Rafael Gómez Chaparro, se negó a investigar más allá y concedió el polémico permiso penitenciario a Lerdo de Tejada antes del juicio, que aprovechó para escaparse. Simón Ramón Fernández Palacios, quien falleció en enero de 1979, tampoco fue juzgado.
Fernández Cerrá y a Carlos García Juliá, fueron condenados a 193 años de prisión cada uno; 63 años a Francisco Albadalejo Corredera (fallecido en prisión en 1985); cuatro años a Leocadio Jiménez Caravaca (fallecido en 1985), y a Gloria Herguedas Herrando, a un año.
García Juliá se fugó también 14 años después, al serle concedida la libertad condicional con todavía pendientes unos 10 años de prisión. Fernández Cerrá, por su parte, fue puesto en libertad tras 15 años en la cárcel.
Años después, en 1990, el Gobierno italiano de Giulio Andreotti reveló que había informes que vinculaban a la organización neofascista italiana Ordine Nuovo y a la red anticomunista vinculada a la CIA Gladio con la matanza de Atocha.
El régimen agonizaba, y lo sabía. Y, aunque mataba en su agonía, como hace 40 años en la calle de Atocha de Madrid, terminó muriendo.

domingo, 22 de xaneiro de 2017

Sexo en personas discapacitadas, el tabú que la asistencia sexual busca romper

Alba Losada
http://www.playgroundmag.net/

the session
Una vida sin deseo
Nadie tocó a Diego (nombre ficticio) hasta los 27 años. Nunca había estado con una mujer. Desconocía lo que significaba sentir otro cuerpo. Y no imaginaba que pudiese ser deseado.
Salía por las noches, en su silla de ruedas, con la esperanza de encontrar a alguien que le permitiera conocer algo tan desconocido para él y tan habitual para la mayoría: el sexo. Pero, por muchas noches que pasaran, nadie se le acercaba. Tampoco se atrevía a dar el paso porque tenía miedo de que se llevaran una decepción. Un día se rindió.
Pasó por la prostitución, pero no se sintió aceptado. Navegó por la red, pero no encontró lo que buscaba. Hasta que, finalmente, supo de la existencia de Tandem Team, una ONG que pone en contacto a personas con diversidad funcional (discapacitados) con acompañantes eróticos. Y aquello fue su salvación.
De este modo, Diego, que es tetrapléjico, acabó con el mito de que nunca podría dar placer a nadie.
"Es el momento en el que dejas de ser aquel pobrecito y ves que alguien te puede querer. Se rompe el hielo: pasas de ser aquel niño intocable al adulto que tiene su primera experiencia", dice el terapeuta emocional y director de Tandem Team, Francesc Granja, quien quedó tetrapléjico después de un accidente de tráfico a los 32 años. Ha sido él quien nos ha hablado de la experiencia de Diego.
Pasó por la prostitución, pero no se sintió aceptado. Navegó por la red, pero no encontró lo que buscaba. Hasta que, finalmente, supo de la existencia de Tandem Team
El placer más allá de la asistencia sexual
El sexo en personas con diversidad funcional es un tema tabú. No se suele hablar de ello y, cuando se hace, existen corrientes de opinión diversas.
Algunos creen que nunca tendrán relaciones si no es a través de la asistencia sexual. Otros, en cambio, piensan que cuentan con las mismas posibilidades que el resto.
"Que una persona con diversidad funcional no pueda tener sexo sin asistencia sexual es un mito, un cliché que no se ajusta a la verdad", explica el codirector de la organización Yes, We Fuck!, Antonio Centeno, quien quedó tetrapléjico después de sufrir un accidente a los 13 años.
Él ve la asistencia sexual como una herramienta que le permita hacer aquello que le resulta imposible por sí solo: masturbarse. O, en otras palabras, conocer su cuerpo. De este modo, puede sentir placer cuando y donde quiera. "Es algo que nos pone a ti y a mi en igualdad de condiciones".
"Que una persona con diversidad funcional no pueda tener sexo sin asistencia sexual es un mito, un cliché que no corresponde a la realidad
En cambio, para hacer el amor o sentir el cariño de otra persona, tiene otras vías. "Llevo toda la vida teniendo relaciones sexuales con novias y amigas y nunca he tenido que pagar por ello".
Se trata de una realidad que está distorsionada por la mentalidad, ampliamente arraigada en la sociedad, de aquellos que tienen diversidad funcional no tienen sexo. Que no son deseados y no desean. Algo que acaba por calar en la misma persona y, sin quererlo, le induce a creer que no tiene nada que hacer si no es pagando.
Un tema tabú para la familia
Además de las barreras culturales y sociales, en algunos casos se encuentran con impedimentos en su propia familia. Algo que ocurre, sobre todo, a los discapacitados intelectuales. Aquellos a quienes su familia les tiene que autorizar para tener sexo y a quienes se lo esconden como si se tratara de un tema tabú. Como si no hubiese ningún problema, como si no existiera.
Pero es real.
"Entonces, ¿qué ocurre? Al no darle ninguna salida, expresan su sexualidad en los momentos que pueden y de allí viene eso de que son unos desinhibidos o unos cachondos mentales... No es que sean unos cachondos, sino que no se les está dando algo tan esencial como el placer", dijo Granja.
Pero hay otras familias que ven la asistencia sexual como un alivio. Se trata de aquellas que ven sufrir a sus hijos y "para satisfacer sus necesidades han acabado masturbándoles. Aunque no hablen de ello".
Los prejuicios sociales impulsan a personas con diversidad funcional a creer que no son deseables y, por tanto, que solo pueden encontrar sexo en la asistencia sexual
Esta faceta se ve reflejada en la historia de Xavi, la cual fue retratada en el documental Jo També Vull Sexe. En su caso, quedó en coma después de un accidente y ahora sufre una lesión cerebral. Pero su cuerpo aún tiene sensibilidad. "En una ocasión se acercó a su hermano y le dijo: "Hazme una paja". Y el otro le contestó: "¡Y una mierda!", explicó a carcajadas su madre, Montserrat Sala.
¿Cómo debe ser el asistente sexual?
El asistente sexual es la persona que ofrece servicios sexuales o simplemente cariño a las personas con diversidad funcional que lo soliciten. Los usuarios se pueden poner en contacto con ellos a través de ONG's, como Tandem Team, o buscándolos por su cuenta. Aunque esta segunda opción es más remota.
A pesar de no ser un trabajo reconocido por el Estado, la mayoría recibe una bonificación por su trabajo. Pero, como comentó Granja, también hay otros que lo hacen voluntariamente, algunos que solo piden que se les pague el transporte y los hay que, incluso, aceptan trueques.
Aquellos que acuden a Tandem Team suelen "haber sentido la llamada de explorar este terreno". Muchos provienen del sector sanitario o de la asistencia social. Algunos ya han ofrecido este servicio de forma autónoma. Otros lo han hecho, "desde la culpa y el silencio", en su propio trabajo porque consideraban que aquella persona estaba viviendo una injusticia.
Se trata de una función que no podría hacer cualquiera. Porque deben tener cierta sensibilidad, conocimientos sobre discapacidades físicas o intelectuales, estar acostumbrados a ver cuerpos distintos a la mayoría y sentirse atraídos por ellos.
Estos son algunos de los aspectos por los cuales se diferencia de la prostitución, con la cual ha sido comparada en numerosas ocasiones. Además, mientras la prostitución se basa especialmente en la parte genital, para algunos la asistencia sexual abarca toda la persona. Para otros es un medio para hacer lo que físicamente les resulta imposible.
"No pueden funcionar con piloto automático. Les han de hacer bailar. Que un día sea un tango y otro un vals", añadió Granja.
"No debe ser alguien que te folle"
Soledad Arnau, con diversidad funcional de nacimiento, no está dispuesta a pagar por sexo. "A mi no me vale que me digan: 'oye, puede haber una persona dispuesta a tener relaciones sexuales contigo'. Yo no quiero esto".
Al igual que Centeno, opina que la asistencia sexual es una herramienta que le ayuda a conocer su cuerpo. No es alguien con quien echar un polvo, ni para ser un objeto de deseo, ni para dar amor. Porque se trata de una persona que está haciendo su trabajo. "Para encontrar cariño me busco la vida".
Tuvo sus primeras experiencias sexuales durante la adolescencia con sus "xurris, parejas, amantes, rayos...". Igual que ahora. Son personas a las que conoce y que, por tanto, le pueden dar todo aquello que nunca aceptará del asistente sexual.
Es una herramienta que le ayuda a conocer su cuerpo. No es alguien con quien echar un polvo, ni para ser un objeto de deseo, ni para dar amor
"Yo lo quiero todo. Quiero tener la oportunidad de coger todos los taxis. Quiero hacer lo mismo que tú y con la misma libertad. Porque tu puedes ir a clubs swingers, ser infiel o poliamoroso. Conoces muchas más facetas sexuales que los que necesitamos apoyos humanos para vivir".
Una privación, un rechazo y una condena
Como explicó en el documental Jo També Vull Sexe, Jesús se ha hartado de escuchar a las chicas decir que no querían nada serio con él por tener diversidad funcional. Por ello, terminó probando con la prostitución. Pero no le gustó. Eso solo consistía en echar un polvo y él quería hacer el amor. Algo que, en su caso, sí que terminó encontrando 2 años y medio atrás en Tandem Team.
"Me veo en el espejo y digo: '¿Quién coño soy yo? ¿Por qué el sexo opuesto me rechaza?' A veces me veo en fotos y digo: '¿A dónde voy? ¿Soy un bicho raro, soy algo extraño o algo fuera de lo normal?'".
"No. Soy Jesús. Soy una persona que tiene sus sentimientos. Que quiere amor. Que quiere ser amado. Tengo 55 años y han sido tantas las veces que he intentado decir a una persona que la quiero que, incluso, tengo miedo a decirlo". Un temor que le ha hecho creer que el asistente sexual es el único motor de placer de su vida. La única vía en la que puede encontrar cariño.
No. Soy Jesús. Soy una persona que tiene sus sentimientos. Que quiere amor. Que quiere ser amado. Tengo 55 años y han sido tantas las veces que he intentado decir a una persona que la quiero que, incluso, tengo miedo de decirlo
Para él, contratar este servicio no significa comprar sexo. Se trata de compartir compañía, amistad y ternura. Tampoco las ve como prostitutas, son personas que tienen un modo de vida con el que quieren ayudar y, en este caso, lo hacen sexualmente. "Dan esperanza, dan vida".
Vemos sexo y personas con diversidad funcional en televisión. Pero rara es la ocasión en la que encontraremos las 2 cosas en la misma escena. Se trata de una realidad que ignoramos, que hacemos como si no existiera. Algo que puede deberse a que los cuerpos con diversidad funcional nunca han entrado en los actuales cánones de belleza. Nunca se los ha presentado como un cuerpo potencialmente atractivo.
Y este es el peor de los males. Aquel que hace que se vea diferente a una persona e, incluso, se omitan sus necesidades más íntimas. Aquellas que conectan a las personas, las empoderan y las ayudan a darse cuenta de que también pueden ser atractivos ante los demás.

Por qué los ricos de Davos se interesan por la renta básica universal

El foro discute por segundo año consecutivo sobre la necesidad de implantar una renta básica universal

La pérdida de empleos y el auge del descontento de las clases medias comienzan a convencer a los líderes mundiales de la necesidad de implantar esta medida

Belén Carreño
http://www.eldiario.es/

Nacen los primeros certámenes de belleza juzgados por robots
Davos se enfrenta a las consecuencias de la fala de redistribución en el capitalismo.
Desde hace ya un año, una preocupación sobrevuela el Foro de Davos (en Suiza). La digitalización de la economía, la automatización de los trabajos (creen que para 2020 se habrán destruido cinco millones de puestos de trabajo en el mundo sustituidos por robots), y el descontento social han sido un caldo de cultivo explosivo para que los supuestamente influyentes líderes que se encuentran en Suiza hayan decidido abordar la posibilidad de crear una renta básica universal.
El debate de implantar una renta básica llegó a España de la mano de algunos sectores de Izquierda Unida luego de Podemos. Pero en otros países, grupos de interés que difícilmente coincidirán con Pablo Iglesias han sido los que han puesto sobre el debate la posibilidad de dar una renta mínima a los ciudadanos. En Estados Unidos ha sido el lobby de Silicon Valley el primero en analizar esta opción de forma más académica, con un grupo de trabajo propio que estudia el efecto en un determinado grupo de población.
Ya se reparte en Ontario, en Alaska, y en Finlandia acaba de comenzar. La idea de que no habrá trabajo para todos ni de la calidad suficiente para garantizar la supervivencia va cogiendo terreno. El precariado avanza en todo el mundo y Trump o el Brexit son las señales más claras de que ese descontento de las clases medias (occidentales) puede desembocar en una ruptura con el orden económico establecido, algo que preocupa a las élites económicas.
Por eso en Davos se habló en la cita del año pasado y  se habló de nuevo el martesde los riesgos y ventajas de implantar la renta básica universal. El Foro atrae a algunos de los principales gurús en la materia, que exponen ante este selecto auditorio lo que de alguna forma se respira en los pasillos como irrefrenable: solo un colchón soportará la caída de la clase media del primer mundo, desplazada por los robots y por el empuje de los países en desarrollo. Por eso también en el Foro se habla de otras fórmulas para edulcorar el capitalismo: "capitalismo responsable" o "capitalismo ético".
El experto de la universidad de Londres Guy Standing, que  acuñó el término precariado para referirse a una nueva clase de trabajadores con condiciones precarias, defiende la renta básica como forma de dar seguridad y una verdadera libertad de elección a estas personas.
Standing fue uno de los ponentes estrella en Davos. "Una seguridad económica y social básica es esencial para una toma de decisiones racional. Ya hoy, con mercados laborales flexibles y economías abiertas, millones de personas se enfrentan a salarios bajos e inestables y a una probabilidad cada vez más baja de escapar de la pobreza de ingresos, por muy duro que trabajen", defiende Standing.
En el Foro están participando también integrantes de los movimientos internacionales que impulsa la renta básica. Es el caso de Scott Santens, miembro de la red por una renta básica de EEUU y asesor del proyecto Renta Básica. Santens se pregunta qué haría una persona si supiera que cada mes va a ingresar mil dólares por el mero hecho de ser ciudadano. "O, posiblemente más importante, ¿qué no haría?", dice.
Santens lanza un desafío para los que lamentan amargamente la desaparición de los trabajos manufactureros o industriales. "Los trabajos manufactureros son para las máquinas. No lamentes su desaparición. Reclama a cambio una renta básica", suele decir este experto.
Uno de los desafíos de Davos, que nació como un club de innovación e ideas pero que se ha ido quedando hueco por su espectacularización (este año una de las asistentes estrella fue Shakira), es imaginar el mundo en 2030. Y las personas en las que Davos buscan inspiración se lo imaginan sin apenas trabajo, o no trabajo a tiempo completo, sin posesiones, ni casa, ni coche, con una renta universal y trabajos que complementen esos ingresos. Esta es la idea de la diputada danesa Ida Auken, que se ha imaginado un mundo hiperconectado, limpio y muy barato.

Corrientes enfrentadas

Pero el panel de expertos del martes dejó ver que las dudas en el establishment político persisten. La excomisaria europea Neelie Kroes, a la que se ha descubierto recientemente una sociedad offshore no declarada en Bahamas, no ve la opción de dar dinero a cambio de "nada", ya que la gente dejaría de trabajar, en lo que es la crítica más recurrente a esta medida.
El político indio Amitabh Kant imagina la renta básica universal como una especie de préstamo que nivelen en los inicios y los ciudadanos puedan devolver al Estado de varias formas. Esta idea choca con lo expuesto por los defensores de la renta básica, que creen que siempre habrá colectivos que no serán capaces de devolver el dinero prestado.
Pero sí concuerdan con Kant en que la renta básica no debe ser en ningún caso un sustituto al trabajo. "Las personas deben seguir colaborando por el bien común de la comunidad", defiende el profesor de Harvard Michael Sandels.
Lo que aún levanta más ampollas es la forma de financiarlo. Standing defiende que los subsidios a la energía fósil o "el capitalismo rentista" (las rentas que obtiene una minoría por propiedades), serían suficientes para financiar parte de esta renta. Hay quién habla de poner un impuesto a los robots, como Pepe Álvarez, secretario general de UGT y cuya opinión ha sido reflejada por la revista de Wharton, la escuela de negocios de Penn, una de las universidades más prestigiosas de Estados Unidos y que la web del foro de Davos se ha encargado de replicar.

Dudas sobre el altruismo de la medida

¿Por qué la renta básica es ahora foco de interés para Davos e incluso para la cuna de la tecnología, Silicon Valley? Los nuevos modelos de trabajo, la robotización y la probable desaparición de miles de puestos de trabajo en los próximos años están detrás de su interés por buscar fórmulas que mitiguen los cambios.
Silicon Valley está llevando a cabo un proyecto piloto para comprobar los efectos de la renta básica. "La motivación que hay detrás es empezar a explorar alternativas a la red de seguridad social que existe. Si la tecnología destruye empleos o los empleos siguen convirtiéndose en cada vez menos seguros, un número cada vez mayor de personas serán incapaces de vivir con las ganancias de sus empleos", explica la investigadora Elizabeth Rhodes, directora del proyecto.
Sin embargo, las críticas a este modelo también son muchas y señalan los intereses que hay detrás. "Las compañías tecnológicas se llevan a casa los beneficios y afrontan cada vez menos presión para pagar un salario que dé para vivir a sus empleados que no consideran como tal", dice el experto en ética de la tecnología Jathan Sadowski en The Guardian.
Guy Standing reconoce que algunos de los defensores de la renta básica la ven como un sustitutivo de la mayoría de prestaciones y servicios del Estado, mientras que otros la conciben como una especie de "dividendo social".