venres, 29 de setembro de 2017

La carta de una usuaria de la sanidad pública: Asistencia sanitaria, ¿igual para todos?

ISABEL RODRÍGUEZ DOCAMPO
Se nos fue nuestra adorada madre y abuela. Un infarto la llevó el pasado día 7 de septiembre. Su muerte nos produce un inmenso dolor que se incrementa al pensar que si nuestro Hospital Comarcal de Valdeorras estuviese mejor dotado, o si el CHOU estuviese más cerca, igual podría seguir con vida.
¿Sería posible salvarla si no tuviese que viajar 120 kilómetros en una ambulancia (no había helicóptero disponible) para encontrar un cardiólogo? No tenemos respuesta a esta pregunta, pero sí podemos y debemos luchar para que esto no se repita. Ese mismo día falleció en Ourense otro vecino de O Barco, también de un infarto.
Sabemos que no es posible que un hospital comarcal disponga de todos los equipos especializados para resolver todas las situaciones de emergencia, pero sí que es exigible que haya especialistas (y no sólo pasando consulta) que puedan asistir en primera instancia a pacientes que deban ser trasladados. También es exigible que los tiempos de traslado se reduzcan al máximo. Para un hospital como el de Valdeorras, a una hora y media por carretera del centro de referencia, disponer de un helicóptero de uso preferente y con capacidad para volar con niebla o de noche, que los hay, es una imperiosa necesidad.
Llevamos muchos años asistiendo a un sistemático desmantelamiento del Hospital Comarcal de Valdeorras hasta casi quedar reducido a un consultorio de especialidades. Los recortes practicados en la sanidad pública en los años de la mal llamada crisis han repercutido de manera especial en los servicios de hospitales como el nuestro. Cuando esto sucede no se puede decir que "los ourensanos, vivan donde vivan, tengan las mismas posibilidades de acceso, forma y especialidad" como afirmaba Dionisio López Bellido, responsable de la asistencia sanitaria en Ourense, hace unos días en una entrevista. 
Los dirigentes que nos gobiernan sentirán igual que yo la muerte de sus seres queridos, pero seguramente nunca tendrán que pasar el dolor y la angustia que supone hora y media de traslado de una persona que se debate entre la vida y la muerte, tratando de acceder a la asistencia que por derecho le corresponde.
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sábado, 23 de setembro de 2017

¡Y NO ESTABA MUERTO, NO, NO...!

SABINO CUADRA LASARTE
Abogado
http://www.naiz.eus/

Me refiero a Franco y su obra, claro. ¡De qué, si no! El título del artículo es el estribillo de una canción que cantaba el gitano Peret, rey de rumba catalana. Un Peret que participó poco antes de su muerte en el “Concert per la Llibertat. Nosaltres decidim”, en el Camp Nou, organizado en 2013 por Ómnium Cultural y la Asamblea Nacional Catalana, al que acudieron 90.000 personas. Quizás, si hoy viviera, habría salido también a la calle para cantar esa canción a los guardias civiles que asaltaron las dependencias de la Generalitat. El franquismo «no estaba muerto, no, no...!»

Cada día que pasa se evidencia más que la Constitución española no es sino mero celofán con el que se envolvió aquel franquismo agonizante al que, tras el boca a boca que le practicaron en la Transición el PSOE, PCE, CiU..., se presentó en sociedad como modélica democracia. En los años siguientes, con el PSOE en el Gobierno, la «modernidad» arrasó: autovías, quinto centenario, turismo a espuertas, inversiones a mansalva, privatizaciones por doquier, Olimpiadas, AVE,.. España asombraba, o al menos, eso era lo que nos decían.
Bajo los oropeles de la nueva democracia nos colaron un monarca de cuatro caras, una judicatura servil al dictador, un Ejército y Policía sostén de 40 años de crímenes, una banca-eléctricas-constructoras que gozaron privilegios sin fin y una rancia jerarquía clerical que bendijo todo lo anterior. Por imposición militar, se fotocopió la vieja España «una, grande y libre» franquista y esta pasó a ser ahora indisoluble, indivisible y asentada en una soberanía única y un Ejército garante de lo anterior. Había nacido el Régimen de 1978.
Decir así, de pasada, todo lo anterior, no da la medida de lo que aquello fue. Es demasiado general. Hace falta concretar más. De los 16 jueces con plaza en el Tribunal de Orden Público franquista (decenas de miles de años en condenas impuestas), 10 de ellos pasaron a lucir toga en la nueva Audiencia Nacional. Algo parecido sucedió con quienes portaban sable en los parodias militares judiciales que condenaron a garrote vil o fusilamiento a Puig Antich, Txiki, Otaegi, Baena, García Sanz y Sánchez Bravo. Autobuses de policías y guardias civiles fueron a presenciar y jalear sus fusilamientos.
Todo el fascio parásito y reaccionario del Movimiento Nacional (profesorado de «Formación del Espíritu Nacional», «Sección Femenina», «Frente de Juventudes»...) pasó en bloque a tener nómina y sillón en la nueva Administración democrática. Y todo aquello lo coronó Juan Carlos I, aquel que juró los Principios del Movimiento, lealtad al genocida y reconoció la legitimidad de aquel Régimen nacido el 18 de julio de 1936 gracias a un golpe de Estado.
Los doscientos guardias civiles (números, cabos, sargentos,...) que asaltaron el Congreso y dieron un golpe de Estado el 23-F salieron de rositas. Ninguno de ellos fue procesado siquiera. Tan solo fueron juzgados los que tenían rango de oficial y sus benévolas condenas fueron bendecidas con generosas libertades condicionales e indultos. Por si fuera poco, todos ellos pudieron luego incorporarse a sus puestos, pues no fueron inhabilitados. Y allí siguieron, creando escuela. Resulta así barato dar un golpe de Estado siendo cabo o sargento, porque si sale mal no te pasa nada y si triunfa te ascienden. Si hay un próximo, seguro que se apuntarán más.
Otra cosa es que seas alcalde o funcionario catalán y acuerdes facilitar la colocación de una urna el 1-O, pues podrás ser procesado por los gravísimos delitos de sedición, desobediencia, prevaricación... Tras los procesamientos de la presidenta del Parlament y miembros de su Mesa, ha venido la implantación de un auténtico estado de excepción. Se amenaza a cientos de alcaldes, miles de funcionarios, medios de comunicación,... En la democracia española propiciar un referéndum es bastante más grave que dar un golpe de Estado. Democracia basura.
«De padres gatos, hijos michinos», se dice aquí, en Navarra. Hay quienes se han llegado a creer que vivimos en una democracia con sus libertades, su separación de poderes, su camisita y su canesú. Pero no, aquellos jueces, militares, policías, fascistas del Movimiento, golpistas del 23..., han creado escuela en los aparatos del Estado. La misma cúpula militar que en 1978 les pasaba papelitos a los siete padres constituyentes ordenándoles cómo debía redactarse aquello de la España indisoluble e indivisible, la soberanía única española y la tutela castrense, son los que hoy, en lo básico, han diseñado y están ejecutando ese estado de excepción al que antes me he referido.
A nada que se ha rasgado el celofán que las envolvían, las sacrosantas instituciones han comenzado, no solo a oler, sino a heder. Hiede el Gobierno, su servil Judicatura y todas las instancias del Estado; hieden los medios de comunicación y hiede también ese recién estrenado PSOE «plurinacional» que hace gorgoritos pidiendo diálogo mientras aplaude la política del PP en defensa de la legalidad y la soberanía única española.
Por toda la geografía estatal se gritó recientemente aquello de «¡le llaman democracia y no lo es!» Para algunos, aquello tenía que ver tan solo con una ley electoral antidemocrática y un bipartidismo asfixiante. Para otros iba mucho más allá. Se hablaba así de «romper con el Régimen de 1978» y lo que ello suponía: monarquía, tutela militar, clericalismo, centralismo, IBEX-35... Pero muchas de estas segundas voces se han ido apagando, acomodándose a los límites de esa misma «democracia» que antes se denunciaba por falsa y vacía. Y hoy lo que prima es la legalidad, la bilateralidad y las garantías.
Pero no, el franquismo vive, «no estaba muerto, no, no». El proceso catalán y su referéndum lo ha puesto más que nunca en evidencia. Toca ahora empujar fuerte para ensanchar la brecha abierta en Catalunya. Porque el derecho de huelga se conquistó mediante huelgas y la derogación del servicio militar obligatorio a través de la insumisión. Entonces no se habló de condicionar aquello a vías legales y bilaterales. No lo hagamos ahora. Levantar banderas de democracia y libertad sin hablar de ruptura es vender humo.

Rajoy nos lleva a todos al desastre

Más allá de hipótesis tremendistas, que desgraciadamente pueden verificarse, lo que está claro es que el Gobierno del PP no está dispuesto a permitir que se celebre nada que se pueda parecer a un referéndum

La única opción de Pedro Sánchez es entenderse de una u otra manera con las fuerzas que están en contra de Rajoy para formar un frente en defensa de la democracia amenazada

Carlos Elordi
http://www.eldiario.es/

Quienes ingenuamente creían que Mariano Rajoy podía rectificar y que el diálogo aún era posible no han tardado mucho en comprobar la vanidad de su sueño. No han pasado ni 48 horas desde la “razzia” de la Guardia Civil del lunes para que el fiscal general haya ordenado la apertura de una causa por sedición, seguramente contra los líderes de Omnium y ANC, y para que el ministro del Interior anuncie el envío de más policías a Catalunya. “Para poder poner bajo sus órdenes a los Mossos d’Esquadra” ha dicho el Gobierno catalán. Con el fin de reprimir a fondo la movilización popular. Y antes del 1-O pueden pasar cosas aún más graves. Y no digamos el día mismo de la consulta.
No es impensable que miembros del Govern, y Puigdemont mismo, estén para esas fechas en la cárcel. Tampoco que las calles de las principales ciudades catalanas estén tomadas por la Guardia Civil y los antidisturbios para impedir concentraciones y manifestaciones y la votación misma. Sobre todo esto último. Puede pasar de todo si eso ocurre. Habrá que ver qué hace la policía catalana. Una ley de 1986 podría ser invocada para ponerla a las órdenes de los cuerpos estatales. ¿Se negará el mayor Trapero a obedecerla? Si algo de eso se produjera, el conflicto ascendería a otro nivel: el de la confrontación entre fuerzas policiales distintas. Casi una guerra.
Más allá de hipótesis tremendistas, que desgraciadamente pueden verificarse, lo que está claro es que el Gobierno del PP no está dispuesto a permitir que se celebre nada que se pueda parecer a un referéndum. Y, por otro lado, también es evidente que los líderes independentistas no van ceder. No hay duda de que saben perfectamente lo que les puede caer encima. Pero mantienen su posición. La declaración de Puigdemont en la tarde del jueves tenía algo de anuncio de tragedia.
Y hay una tercera certeza. La de que después del 2 de octubre las cosas estarán peor que nunca. ¿Qué diálogo se puede entablar con los líderes de un movimiento que están en prisión o amenazados con largas condenas? Únicamente el de su amnistía. Muy improbable, además. Pero ninguno que permita abordar los problemas reales que han empujado al mundo independentista a emprender la vía de la ruptura. En la que hoy seguramente están muchos más catalanes de que los que lo estaban hace tan sólo una semana.
¿Había previsto Rajoy ese escenario sin salida? Seguramente sí. Tan tonto no puede ser. Pero ha sido incapaz de dirigir las cosas en otro sentido. Por su debilidad e inseguridad congénitas. Las de un líder que manda casi por casualidad y que desde hace más de una década ha dedicado lo fundamental de sus esfuerzos a evitar que los suyos le echaran del cargo. El problema que planteaban los independentistas catalanes, nacido de otros muchos, entre ellos de las barbaridades contra el nacionalismo cometidas por el PP, requería, para hacerle frente, de un político con otros registros además de ese. Y con más fortaleza y convicción de su papel como presidente del Gobierno de España. La que habría hecho falta para que se enfrentara al nacionalismo español más burdo. Para que le dijera que esta vez no se impondría. Por muchos votos que le dé. Por mucha capacidad de presión que pueda ejercer.
No se ha atrevido a enfrentarse a los duros, a Aznar en primer lugar. Y ha dejado pasar el tiempo. Porque no sabe hacer otra cosa. Y porque tampoco sabe negociar. No lo ha hecho nunca. Ha dejado correr las cosas haciendo creer, para eso estaban sus corifeos, que eso iba a resolver algo. La política es cruel: las cuentas pendientes siempre se terminan pagando. Y la de Catalunya no se iba a borrar por ensalmo. Al final, Rajoy ha terminado actuando como un gobernador civil del franquismo, que se limitaba a aplicar la brutal legislación del sistema y las órdenes que le venían desde arriba poniendo cara de que estaba haciendo algo importante.
Hay quien asegura que su deriva autoritaria le está produciendo buenas rentas electorales. Que su partido, con él a la cabeza, crecerá en las próximas elecciones, que todo indica que serán el año que viene porque el PNV no va a seguir cambiando cromos con el PP. Demasiado bonito para ser verdad. Porque si la crisis catalana deriva en lo que todo indica que va a derivar, en una rebeldía sin fin y cada vez más nutrida y dramática en defensa de sus derechos democráticos, Rajoy caerá, antes o después. Porque los influyentes de Europa sugerirán esa salida a quienes pueden propiciarla. Hoy por hoy se contienen. Pero los grandes diarios del continente condenan unánimemente la actuación el gobierno de Madrid y prevén lo peor en Catalunya. Y también porque llegará un momento en el que los poderes económicos exigirán que alguien distinto pare el desastre que en ese terreno puede provocar la citada rebeldía. 
Que el PSOE, por sus errores y su debilidad, esté entrampado con este hombre clama al cielo. Más que cualquiera de las crisis internas que ha padecido, y de la que sigue sufriendo, éste es el peor momento del Partido Socialista desde su refundación en 1972. Porque no tiene ni voz ni voto en el entuerto más serio que la democracia española ha conocido desde el intento de golpe de estado de 1981.  ¿Puede hacer algo Pedro Sánchez para salir de este agujero?
Su única opción es entenderse de una u otra manera con las fuerzas que están en contra de Rajoy. Con Unidos Podemos y las mareas en primer lugar. Y también con los nacionalistas, incluidos los catalanes. Para formar un frente en defensa de la democracia amenazada que ofrezca una alternativa a la inepcia autoritaria del PP. Lo de menos es cómo se formalice esa iniciativa e incluso tampoco importa si no se formaliza mucho. Lo fundamental es que desde España llegue otra voz a Cataluña. Cuanto antes mejor.
Puede que haya mucha gente en las izquierdas que, en principio, esté de acuerdo con la insensata dureza de Rajoy. Por atávicos antinacionalismos que seguramente van a seguir. Pero que en un momento como éste, y más si las cosas se ponen peor, se pueden ver durante un tiempo desplazados a un segundo lugar ante el espectáculo de una derecha que actúa como Franco. Ojalá.

Tres años intentando darse de baja como católicos: "La Iglesia nos ningunea"

Los hermanos Xabier y Paulo llevan desde 2014 intentando apostatar, pero el Obispado de Lugo aún no ha hecho efectivo el último paso para considerarlos fuera de la Iglesia

"Parece que lo que quieren conseguir es que nos demos por vencidos, nos cansemos y perdamos el interés", afirma Xabier

El Obispado ha reconocido la dilación y asegura que es un caso aislado. A los jóvenes no les ha concretado cuándo culminará el proceso

Marta Borraz
http://www.eldiario.es/

Xabier y Paulo ya no saben qué más hacer para ser reconocidos como apóstatas. Llevan tres años intentando sin éxito que el Obispado de Lugo haga efectiva su renuncia a la Iglesia, pero el laberinto no acaba de llegar a su fin. Aunque cuentan con un documento firmado y sellado por la Diócesis en el que declaran que abandonan la fe católica, todavía falta el último paso: que el cura de la parroquia en la que se bautizaron, en el municipio lucense de Chantada, anote la renuncia en la partida bautismal.
Eso es lo que les ha dicho el Obispado cada vez que se han puesto en contacto con él para saber cuál es el estado de su trámite. "Es una tomadura de pelo. Llevamos tres años intentándolo y la Iglesia nos ningunea y nos da largas. Parece que lo que quieren conseguir es que nos demos por vencidos, nos cansemos y perdamos el interés", explica Xabier en conversación telefónica con eldiario.es. 
Este medio se ha puesto en contacto con el Obispado, que ha reconocido la dilación y asegura que ha sido "un caso aislado". Tras ello, lo ha hecho Xabier, ante el que ha esgrimido motivos contradictorios y aún no le han resuelto cuándo culminará el proceso. "Me han dicho que cuando envié las partidas de bautismo todavía estaba el cura anterior y que se podrían haber extraviado. También que ahora lo tendrá que hacer el nuevo, pero que debido a 'su situación personal' podrá tardar. No me han dicho más", explica.
El periplo de llamadas, idas y venidas comenzó a finales de 2014, cuando ambos hermanos, de 24 y 32 años, tomaron la decisión de abandonar la fe católica "porque fuimos criados en ella sin tener en cuenta nuestra propia determinación. Para nosotros la religión es una farsa y somos ateos. Además rechazamos a la Iglesia católica como institución", dice Xabier. Por eso, enviaron al Obispado la llamada "Declaración de Apostasía", un documento que sirve para manifestar esta intención y que puede encontrarse en numerosas páginas web que aconsejan sobre cómo hacerlo.
Casi un año después, en agosto de 2015, los chicos recibieron una respuesta del vicario, que en nombre del obispo les conminaba a acudir a una notaría "para hacer la declaración formal de abandono de la fe católica" o acudir al Obispado para formalizarlo. No sin antes intentar convencer a los jóvenes: "La Iglesia no impone nada ni se entromete en su vida de manera que el hecho de haber sido bautizado afecte a su libertad". El vicario proseguía: "Con todo, para que quede constancia de que no quiero coartar su libertad le indico el proceso a seguir".
Además, la carta advierte de "las consecuencias que el abandono de la Iglesia lleva consigo (especialmente en lo que se refiere a la pérdida de derechos sociales y civiles)" y lamenta el acto: "Para nosotros, los católicos, el hecho de la apostasía es grave y doloroso".

El proceso, estancado

Xabier y su hermano acudieron entonces a la sede un tiempo después, en abril de 2016. Una vez más, al personarse ante el vicario, un nuevo impedimento. Ahora les pedían acudir con la partida bautismal. Un requisito que detallan la mayoría de páginas web que ilustran sobre el procedimiento, pero nada decía la carta. "Después de mucho quejarnos accedió a darnos la 'declaración formal de abandono de la fe católica' firmada, no sin antes insistir en las consecuencias", apunta Xabier.
Los jóvenes pactaron con el vicario que pedirían en la parroquia las partidas y las enviarían por correo certificado porque, según el Obispado, su apostasía no tendría validez sin ello. Después de revisarlas, la institución debía dar la orden al cura de apuntar en la partida su abandono, tal y como especifica una orden aprobada por el papa Benedicto XVI en 2006 que establece el requisito de que "la autoridad eclesiástica competente provea para que en el libro de bautizados se haga la anotación con la expresión explícita de que ha tenido lugar la defectio ab Ecclesia catholica actu formali –tal y como se llama formalmente al acto de abandono–".
Es en ese punto en el que los hermanos se han quedado estancados, tal y como les ocurre a otras personas que siguen encontrando obstáculos al hacer efectiva su decisión, entre ellos, dificultad para conseguir la partida, cuestionamiento constante o negativas del Obispado. "Antes era mucho más evidente, ahora cada vez están más relajados, pero recibimos muchas consultas. La apostasía es un acto de conciencia que debe ser respetado, pero es verdad que mucha gente piensa que esa rebaja estadística influye en cosas como el dinero que le da el Estado a la Iglesia y no es verdad", explica Juanjo Picó, de Europa Laica.

Llamadas sin respuesta

Xabier y Paulo consiguieron sus partidas de bautismo meses más tarde de pedírselas al párroco y tras mucho insistir. "El párroco nos mostraba continuamente su malestar e incomprensión, haciendo juicios de valor constantemente, diciendo que yo era demasiado pequeño, con 22 años, para tomar la decisión o que eramos los únicos del pueblo", explica el primero. Finalmente lograron enviarlas al Obispado, pero no obtuvieron respuesta. 
Varios meses y varias llamadas después sirvieron para que la institución por fin les diese una. "Nos dijeron que no había cura oficial en Chantada. Lo cierto es que el anterior se había jubilado, pero ya había otro oficiando desde hacía meses", agrega Xabier, que insiste en que "es frustrante que un sencillo trámite de enorme importancia tanto ética como simbólica para nosotros no sea tenido en cuenta".
Simbólica porque los apóstatas no pueden exigir que la Iglesia borre del registro bautismal su nombre, tal y como zanjó el Tribunal Constitucional en una sentencia de 2011 tras la batalla que mantenían desde 2006 la Iglesia y la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD). El fallo aseguró que los libros de bautismo son de carácter privado y, por tanto, no procede el borrado. El Obispado de Vigo nombra el dictamen en la carta enviada a los hermanos y asegura que a efectos estadísticos, "la Iglesia no puede acceder a peticiones de supresión de datos" porque "las partidas de bautismo no son ficheros", pero "sí se puede hacer la anotación correspondiente", concluye.
La Conferencia Episcopal asegura que no cuenta con datos de cuántas personas se dan de baja anualmente, pero la evolución del CIS en los últimos años evidencia un proceso de secularización. España es cada vez menos católica. En 2008 la encuesta arrojaba que el 77% de los españoles se declaraba católico, un porcentaje que ha descendido siete puntos en 2017. La población sigue declarándose católica, pero no son practicantes. En 2008 el 56% declaraba que no iba a oficios religiosos, ahora es el 60%.

La carta de una médica de familia de la sanidad pública: “Hoy me he sentido especialmente desbordada”



“Hoy me he sentido especialmente desbordada y me ha surgido la necesidad de escribir esto para que se conozca la situación. Creo que no estoy sola; creo que muchos compañer@s comparten este sentir conmigo. Desde aquí invito a cualquier directiv@ que tenga responsabilidad de gestión y toma de decisiones a que pase una o todas las mañanas que quiera conmigo. Conocer la realidad nos acercará y siempre mejorará la perspectiva que se tiene sobre el papel o desde la distancia de los despachos”. Quien esto escribe es Ina Idarreta Mendiola, médica de familia de Euskadi con experiencia profesional de casi 35 años y de los cuales más 25 años ejerciendo en un mismo centro de salud en horario de 8-15h.
Este relato forma parte de  una carta que Idarreta ha publicado en la página web de la  Sociedad Vasca de Medicina de Familia y Comunitaria-Osatzen en un intento de recabar adhesiones para que quien “deba saberlo" sepa que las consultas sobresaturadas no es "un problema aislado" y que requiere "respeto, escucha, atención y solución”. Se trata de un escrito que podría haber sido escrito por cualquier médico/a que trabaje en Atención primaria, “sea cual sea su edad, experiencia, ubicación o tipo de contrato”, según Idarreta.
En su carta, narra un día de trabajo como cualquier otro de los últimos años en el que faltan varios médicos por diferentes razones. En concreto, ese día faltan tres de los ocho de turno de mañana y ninguno tenía sustituto. Además, de los otros cinco, resulta que tres se han incorporado recientemente de sus vacaciones y tienen acumulación del trabajo pendiente no resuelto en su ausencia porque “también han sido pobremente o nada sustituidos”. A partir de ahí, va detallando cómo es su agenda de trabajo, las patologías, el tipo de pacientes que tiene que ver y como las consultas superan los diez minutos, con lo que va acumulando retraso para ver al siguiente de la lista. Una vez terminada la consulta ha tenido que acudir al domicilio de dos pacientes de 87 y 89 años, con pluripatologías complicadas.
Con este panorama, el Colegio de Médicos de Gipuzkoa ha alertado de las "condiciones laborales muy difíciles" que padecen los profesionales de atención primaria, que afrontan "consultas masificadas y sobresaturadas" y una excesiva temporalidad. El presidente del colegio, Manuel García Bengoechea, ha denunciado que la Atención Primaria "se ha ido debilitando en los últimos años" debido a los "recortes" realizados durante la crisis.
En su opinión, la mejora de la situación económica no ha repercutido en el sistema de salud y los médicos de Atención Primaria "siguen soportando unas condiciones laborales muy difíciles, que van desde consultas masificadas y sobresaturadas a una precariedad laboral muy preocupante".
"El desgaste de los profesionales médicos es enorme. Llevan años dando lo mejor de sí mismos para poder atender correctamente a sus pacientes, pero se ha abusado de su profesionalidad y de su buen hacer y hoy en día se sigue sin dar una respuesta a su situación. Muchos médicos están estresados, enfadados y muy desmotivados". Ha explicado que resulta "crucial" que los médicos dispongan de un ratio médico-paciente "adecuado" y que "tengan un contrato laboral duradero", ya que la temporalidad "afecta directamente al paciente", que sufre un constante cambio de médico de cabecera y no tiene tiempo de "llegar a confiar en su médico. No todo deben ser números, debemos velar por la calidad y ésta se está resintiendo".
La temporalidad afecta también a la calidad del servicio, según el presidente del Colegio, porque "es muy distinto asumir responsabilidades y decisiones hacia el paciente cuando el puesto de trabajo es estable o cuando no".

Inditex: en negocio basado en la esclavitud y el plagio

Patrick Urbano

http://www.codigonuevo.com/

¿Quién no ha comprado alguna vez en Zara? A día de hoy, hablar de Inditex, multinacional española que cuenta entre sus filas con marcas de referencia como Pull And Bear o Stradivarius, es hablar de éxito empresarial. Los números avalan su ascensión en el mundo de los negocios: en 2013 produjo unas ventas de 16.724 millones de euros y actualmente se valora todo el grupo en unos 70.000 millones de euros. Su fundador, Amancio Ortega, está considerado como uno de los cinco hombres más ricos del mundo, según la lista Forbes. Pero, ¿de dónde sale tamaña fortuna? No pocas voces señalan plagios, esclavitud infantil e incluso el uso de productos cancerígenos en sus productos.

“El negocio de Inditex se basa en fusilar (plagiar) diseños de otros creadores”, explica Daniel Bezares, empresario textil afincado en Madrid, un hombre que sufrió de primera mano las malas prácticas de la exitosa corporación de origen gallego: “no es ningún secreto que detectan las tendencias de las pasarelas para trasladarlas a sus propios modelos”. Bezares sabe de lo que habla. En 2009 creó, junto a su mujer, una línea de ropa para gemelos llamada TOT – a – LOT. La idea se basaba en que el dibujo de una camiseta, por ejemplo, continuara en otra, y así una pieza complementaba a otra.

Esto mismo se aplicó a una serie de conjuntos para los padres de los hijos. La idea culminaba en el envoltorio del producto: en una sola caja, con un diseño y material muy concreto y una tipografía especial, se entregaban ambas piezas. Resultado: un éxito. “Salimos en la tele, tuvimos cierta visibilidad, fuimos los primeros que hicimos algo así en España”, explica orgulloso Bezares, “pero la verdadera sorpresa nos la llevamos tres años después de la salida al mercado de nuestro producto”:

“Inditex copió mis diseños: misma idea, tipografía, envoltorio y mecanismo de apertura”.

Pull & Bear, marca propiedad de Inditex, lanzó una campaña por San Valentín con idénticas características. “Fíjate en el diseño”, señala Bezares, “Inditex copió mis diseños: misma tipografía, mismo envoltorio, división y mecanismo de apertura”. Y es cierto, basta con atender al embalaje y al propio fin del producto: “la conexión especial entre dos personas”, destaca el responsable de aquella empresa familiar que vio su idea y modelo de negocio plagiado por el gigante Inditex. Pero una imagen vale más que mil palabras.

“Nos sentimos indignados e impotentes, el plagio era más que evidente”, cuenta Bezares; “contactamos con abogados especializados en propiedad intelectual e industrial, que enviaron un requerimiento para que Inditex retirara inmediatamente su (nuestra) campaña, reconociera públicamente la copia, y nos indemnizara”. ¿Cuál fue la respuesta de la empresa considerada a día de hoy como una de las más rentables de toda España? Que sí, que lo retiraban (es decir, reconocían que había algo incorrecto), pero de ninguna manera iban a reconocer nada de manera pública y menos aún a compensar el daño económico resultante del robo intelectual. “Nos dijeron que esa idea había salido del departamento de diseño de Pull & Bear, que alguien habría propuesto el diseño como propio”; “pero, claro, ¿de qué nos sirve que solo retiren la campaña si era de San Valentín, y por lo tanto con una vida útil muy corta, si el daño ya estaba hecho?”.

“Nos dijeron que sí, que lo retiraban (es decir, reconocían que había algo incorrecto), pero de ninguna manera iban a reconocer nada de manera pública y menos aún a compensar el daño económico resultante del robo intelectual”.


En un principio pensaron que la cosa no podía quedar así, pero, ¿qué puede hacer un pequeño empresario contra una multinacional con más de 6.300 tiendas presentes en 87 mercados? “Muy poco: nos dieron a entender que si queríamos denunciarlos que lo hiciéramos, al fin y al cabo, lo cierto es que nosotros no tenemos ni los recursos ni el tiempo para enfrentarnos a su legión de abogados…”, concluye Bezares, “así que tuvimos que resignarnos, y encima tengo que reconocer que he seguido comprando en Zara”.

El caso de Daniel Bezares y su empresa familiar no es el único. Un estudiante de diseño de moda de la prestigiosa escuela BAU de Barcelona también tiene algo que decir. Esteve Erol, alumno de último curso de esta carrera, explica que uno de sus trabajos académicos que realiza para la universidad es valorado directamente por la multinacional. “Vienen a la Facultad y nos proponen lo que parece un ‘reto’: elaborar un conjunto para sus líneas de moda”, cuenta Erol, “digamos que diseñamos unas veinte piezas, pero finalmente solo tenemos que entregarles un solo conjunto”.

Sin embargo, este estudiante denuncia que viene personal de Inditex a tomar fotografías y registrar los otros diseños que finalmente no van a ser entregados. “¿Para qué lo quieren? ¿Acaso van a utilizar mis diseños para sus marcas? ¿Sin pagarme un duro? Visto lo visto, no me sorprendería”, bromea Erol, “pero lo peor es que no te atreves a decirles nada, al fin y al cabo, son ellos los que te ponen nota en la asignatura…”. Erol tiene en mente el escándalo que ocurrió en 2011 con esta marca de ropa, cuando se lanzaron una serie de camisetas que copiaban sistemáticamente diversas fotografías de blogueras de moda.

Este estudiante denuncia que viene personal de Inditex a tomar fotografías y registrar los otros diseños que finalmente no van a ser entregados. “¿Para qué lo quieren? ¿Acaso van a utilizar mis diseños para sus marcas? ¿Sin pagarme un duro? Visto lo visto, no me sorprendería”.

Ojalá el plagio (delito penal tipificado en el artículo 270 de nuestro Código Penal) fuera el único pecado de Inditex. Pero no. Basta teclear Zara, Stradivarius, Oysho, o cualquiera de las marcas filiales de la multinacional, para encontrar un palmarés pasmoso. En 2011 Brasil condenó a la empresa española a pagar 1,4 millones de euros por explotación laboral, e incluso es posible que estos crímenes sigan vigentes a día de hoy. Tan solo dos años después saltó un escándalo parecido en Argentina. Según explicó en su momento el diario El Mundo, la Fiscalía Anti Trata (la argentina UFASE) denunció la existencia de “tres talleres textiles clandestinos instalados en la ciudad de Buenos Aires que producen en condiciones de explotación inmigrantes indocumentados”.

A su vez, la ONG La Alameda denunció que en éstos viven y trabajan niños y adultos costureros en jornadas laborales de 13 horas. La multinacional respondió que sus proveedores “son auditados periódicamente y en los últimos años se han realizado más de 300 auditorías certificadas en sus procesos” y que “siempre ha manifestado la tolerancia cero ante una situación que atente contra la dignidad del trabajo”. Pero un vídeo registrado por un voluntario de la ONG pone en entredicho los supuestos compromisos éticos de la empresa.




Finalmente, los tres talleres fueron clausurados. Inditex, sin embargo, tal y como demostró un reportaje elaborado por el canal de televisión francés France 2, se escuda en subcontratas para así despreocuparse del estado de las condiciones laborales de los costureros. En la India, por ejemplo, tienen más de 200 subcontratistas en la ciudad de Nueva Delhi. Inditex no compra directamente a los que vulneran derechos humanos tan básicos como un salario digno o descanso del trabajador. Existen mediadores que son los que se encargan de hacerlo, y estos venden sus productos a la multinacional. De esta manera, se blindan de las críticas, haciendo ajena una responsabilidad que debería ser propia: garantizar unas condiciones dignas para el ser humano.

Uno de los periodistas responsables del reportaje preguntó en rueda de prensa a Pablo Isla, actual presidente del grupo Inditex, por qué permitía la esclavitud infantil en la India para obtener sus productos, pero Isla consideró que dichas cuestiones “estaban fuera de lugar”.


Pero contra la opacidad, datos e investigación: en 2012 se presentó un informe elaborado por el Centre for Research on Multinational Corporations, ONG holandesa, y por el India Commitee of the Netherlands, en el que se incluye a Zara como una de las empresas que explotan a jóvenes indias de entre 14 y 20 años de la casta más baja de la sociedad, considerada impura. Esta vez, Inditex no está sola: le acompañan en la lista negra Tommy Hilfiger, H&M, Diesel, El Corte Inglés y un largo, doloroso y demasiado presente en nuestro día a día etcétera.

Y hay más. En 2012 Greenpeace encontró sustancias peligrosas en los productos de Inditex. Elementos cancerígenos y disruptores hormonales, algo que es tan dañino como mal suena“. Las principales cadenas de ropa nos están convirtiendo a todos en víctimas de la moda al vendernos prendas que contienen sustancias peligrosas que contribuyen a la contaminación tóxica del agua en todo el mundo, tanto cuando se fabrican como al lavarlas”, denunció Yifang Li, responsable de la campaña de Tóxicos de dicha ONG en Asia Oriental. Cabe destacar que en este caso, la multinacional tomó medidas al respecto y se comprometió a no usar nunca más estos agentes dañinos para el medio ambiente y el ser humano.

A febre dos bancos máis bonitos de Galicia, unha moda que dana o patrimonio

XURXO SALGADO
http://historiadegalicia.gal/

Non se sabe moi ben nin como, nin porque pero o certo é que nos últimos anos un novo andazo afecta ao noso patrimonio histórico e natural. O expertos non saben aínda definir como é a nova peste, que non ten unha forma uniforme, nin está composta dun único material. O andazo chegou en forma de madeira, de pedra, de ferro e ata de plástico. Trátase dunha estrutura rectangular, comunmente chamada banco ou escano, e que xa está espallado por numerosos puntos das nosas costas. O seu obxectivo, converterse no “máis bonito de Galicia”.
De feito, esa febre comezou en Ortigueira, nos cantís de Loiba. Foi un veciño o que instalou en 2009 un escano que, co tempo, fíxose no “máis famoso de Galicia”. Alguén mesmo lle chantou un “The best bank in the world”, para testemuñar que alquel era, realmente, o asento dos deuses. Uns deuses que podían desfrutar dunha fermosa paisaxe desde cabo de Estaca de Bares ata cabo Ortegal.
Banco de Redondela / comunidad.movistar.es
Ao de Loiba pronto lle saíron irmanciños. Tantos que non tardaron en comezar as competicións. E nesas apareceu o de Redondela, en 2015, cunhas fermosisimas vistas á toda a ría de Vigo, coas illas Cíes ao fondo. Un banco coa lenda “Galiza is different” que, animado polos xornais locais, pasou a ser denominado o “banco máis bonito”, senón de Galicia, polo menos de Pontevedra.
Banco no Monte Castelo, en Viveiro / comunidad.movistar.es
Polo medio apareceron outros, moitos… parecían cogomelos. Os ourensáns situaron o seu no parque de Montealegre, con vistas a toda á cidade e aos montes que o rodean. Os de Sanxenxo puxérono en Punta Faxilda, en Noalla. Un banco que de máis de 200 quilos que ve como o sol se pon entre as Ons e Sálvora. Os de Xove chantárono en Punta Roncadoira, os de Poio na Punta Samieira, os de Viveiro no Monte Castelo –que segundo apunta Patrimonio Galego algúns cren que pode tratarse dun asentamento castrexo ou altar druídico, e outros un asentamento fortificado medieval– , os de Ferrol en Monte Ventoso e  os de Muxía elixiron o Cabo Touriñan para insistir, en tres linguas, que é o punto máis occidental da España continental. Tamén Marín e Padrenda sumáronse á moda.
Os adefesios
Pero, a febre dos bancos tamén ten as súas consecuencias negativas. Tan negativas que chegan a afectar severamente ao patrimonio natural e cultural onde se asentan. A comezos de abril, por exemplo, o Concello de Sada tiña que retirar os bancos que instalara en Punta San Mamede, un miradoiro perfecto ás rías.
Non se decatara o concelleiro respectivo que alí estaba o castro do Amandi, nin tampouco que, para obrar, tiña que consultar a Patrimonio e a Costas. Quitaron os bancos, pero a terra quedou removida. A opción que atoparon os turistas foi instalar dúas cadeiras de madeira plegables. E alí seguen.
Banco instalado na Pedra do Cadro, en Muros / TVG
Muros
Tamén Muros sufriu esta febre que non sabe de patrimonio, nin de historia. Tampouco de esforzos. Porque, da noite á mañá, apareceu un banco chantado en medio daPedra do Cadro, un lugar de difícil acceso situado a 400 metros de altura e ao que se chega por un sendeiro de difícil acceso. Nin o Concello, nin as comunidades de montes, nin o distrito forestal quinto, ao que pertence o territorio, saben nada respecto diso. Desde este lugar privilexiado, as vistas sobre a ría de Muros-Noia son espectaculares.
E, precisamente, por iso, esa pedra ten unha historia que se remonta, cando menos ao século XII, cando xa aparece en documentos do mosteiro de Toxosoutos. A rocha é unha superficie granítica moi erosionada que presenta unha ondulada cima con gretas, figuras e fochas, que algúns veciños moi devotos atribúen a pisadas de San Estebo, patrón da localidade de Abelleira. Por iso, toda a pedra e a súa contorna está chea de lendas, contos e tradicións.
Bancos no miradoiro dos Castelos, en Aguiño (Ribeira) / Concello de Ribeira
Ribeira
E o último caso constatable de bancos adefesio tivo lugar en Ribeira. Hai cinco días o concello remataba unha actuación para o acondicionamento do miradoiro dos Castelos, situado na parroquia de Aguiño. Unha actuación que incluíu a instalación de dous bancos no alto dunha das características grandes rochas deste enclave rodeados por unha varanda, así como a disposición de dúas mesas de madeira no entorno cos seus correspondentes bancos e a creación dun pequeno vial de acceso feito en zahorra con marxes de madeira.
“Cómpre lembrar tamén que na pasada primavera foron pavimentadas con aglomerado asfáltico 95 metros lineais do camiño conducente ao miradoiro dende a estrada da Graña: unha actuación esta última realizada pola empresa Eulogio Viñal”, destacaba o concello nun comunicado sobre esta obra.
O miradoiro dos Castelos está nun lugar privilexiado de Aguiño e cunhas fermosas vistas ao parque natural de Corrubedo e á ría de Arousa e illa de Sálvora. Crese que alí ou na contorna houbo, durante a Edade Media, unha fortaleza de control do territorio.
Son algúns exemplos desta nova enfermidade pero, de seguro hai máis. “Poñer un banco non fai mal a ninguén”, dicía recentemente un alcalde sobre este andazo. Non fai mal depende de onde se poña e porque se poña. Tamén se pode disfrutar do patrimonio e da natureza sen bancos ao carón, coma sempre se fixo, ciscados no chan fitando para o horizonte.

No solo de médicos y enfermeros vive el hospital

Otras profesiones juegan un papel crucial en los centros pero no están tan visibilizadas



MARCOS DOMÍNGUEZ
https://www.redaccionmedica.com/

Pongamos a prueba la memoria y recordemos series de televisión cuya acción se desarrolle principalmente en un hospital. Hay un buen número de ellas, sin duda. Y tanto si vienen desde Estados Unidos como si proceden de cualquier lugar de la geografía española, los protagonistas suelen ser médicos, experimentados o en su periodo de residencia.

Estos médicos se relacionan principalmente entre ellos, sean de la misma especialidad o no. Suelen aparecer enfermeros, a veces se dejan ver gestores (un papel por lo general negativo: le importa más el dinero o la reputación que el paciente) y puede que hasta un celador si la acción se desarrolla de madrugada. ¿No hay más profesionales trabajando es estos complejos, que a veces se asemejan a ciudades en pequeño?

LA REVISTA de Redacción Médica ha hablado con otros profesionales que trabajan entre las cuatro paredes blancas de un centro hospitalario para analizar su visibilidad e importancia dentro del entramado sanitario. Su presencia, ya sea numerosa o se pueda contar con los dedos de una mano, tenga un contacto continuo o apenas vea al paciente, es vital para la salud de este último.

Visibles para el paciente, invisibles para el centro

José Manuel Martínez Sesmero.

En España hay alrededor de 94.000 técnicos en cuidados de Enfermería, “el segundo colectivo más grande de la plantilla total en Sanidad, y el más grande en los centros asistenciales”, explica a LA REVISTA Isabel Lozano, secretaria nacional de Organización del Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE).

“Nos sentimos visibilizados y muy valorados por los usuarios y sus familiares ya que somos los que estamos en constante relación con ellos”, afirma. Sin embargo, “no nos sentimos valorados ni por las direcciones de Enfermería, ni por nuestros propios compañeros, y por supuesto, nada en absoluto por los servicios de salud”.

Lozano comenta que la mayoría de centros sanitarios tienen programas informáticos que no dejan registrar lo realizado por los técnicos en un espacio propio “y aparece como realizado por la enfermera”. “Nos regimos por unas funciones del año 73 que no están adaptadas a la formación recibida” y que tampoco se corresponden con la realidad asistencial de hoy en día, sostiene.

Esta invisibilidad implica que, a pesar de que en algunos hospitales el técnico está presente en los comités de calidad o en grupo de protocolos, en general “nos dejan poca o ninguna cabida en las tomas de decisiones organizativas”. La figura del coordinador, que represente al colectivo y mida las cargas de trabajo e impacto asistencial de los técnicos, se ha conseguido en algunas comunidades pero “en la práctica las direcciones ponen muchos impedimentos para que puedan realizar su función correctamente”.

La secretaria de Organización de SAE se lamenta de que, con el paso del tiempo y el asentamiento de esta profesión “no solo hemos evolucionado poco sino que sentimos que no hay ningún interés en que evolucionemos”. Y concluye: “Llevamos más de veinte años pidiendo formación de Grado Superior mientras que vemos cómo otras profesiones que no tienen tanta responsabilidad como la que supone atender a personas enfermas, lo han conseguido”.

Abrirse camino dentro del hospital


Hubo un tiempo en que el farmacéutico era una presencia estadística en un centro de salud: figuraba en los papeles pero pocos le habían visto. Hoy en día, a pesar de que ocupa una proporción baja o muy baja en la plantilla (una media de 5,57 especialistas por hospital, según el Libro Blanco de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria), es un profesional reconocido y considerado. La atención a pacientes ambulatorios está cambiando la visión y el papel de este profesional en el hospital.

“A nivel organizativo, al farmacéutico se le tiene en cuenta”, explica José Manuel Martínez Sesmero, especialista que trabaja en el Hospital Virgen de la Salud (Toledo). “Participa en muchas de las comisiones clínicas asesoras de la dirección del hospital: la típica es la comisión de Farmacia y Terapéutica, pero también está en la de política antibiótica, de seguridad y uso racional de medicamentos, de mortalidad, investigación, etc.”

A nivel clínico, participa en cada vez más equipos multidisciplinares, asesorando sobre la utilización del medicamento, especialmente en el área de Oncohematología, pero “el número limitado de farmacéuticos hace que la colaboración directa se destine solo a tres o cuatro servicios”.

Se dice que la relevancia del farmacéutico ha venido de la mano de un contexto de recortes en el que la priorización y selección de medicamentos ha sido la herramienta fundamental para garantizar la asistencia. “Hay mucho de mito ahí”, considera Martínez Sesmero. “El farmacéutico de hospital siempre ha abogado por la selección y posicionamiento de medicamentos, es algo ético ya que estamos hablando de dinero público. Pero ningún farmacéutico ha apoyado o facilitado los recortes”.

Villafaina: "No se saben las competencias que tenemos los fisioterapeutas"

El manchego reconoce una cuenta pendiente de su profesión: “Tenemos que ser más conocidos de puertas afuera. Los ciudadanos, al pensar en un farmacéutico, lo hacen en farmacia comunitaria”. La cada vez mayor atención a pacientes externos está cambiando este concepto pero “nos queda mucho camino por recorrer”.

Constreñidos a una visión anticuada

Llevan más de medio siglo de presencia en los hospitales, pero hay algunos que todavía se sorprenden de ver a un fisioterapeuta por sus pasillos. Y es que “hay visibilidad pero quizá no se sabe las capacidades competenciales que tenemos”, apunta a LA REVISTA el presidente del Consejo Español de Fisioterapeutas, Miguel Villafaina.

Actualmente, los profesionales de la Fisioterapia suponen entre el 1,5 y el 2,5 por ciento de la plantilla de un hospital, “dependiendo de cómo está organizado el centro, pero es algo independiente de su tamaño”.

Según Villafaina, la organización asistencial de la Fisioterapia mantiene el mismo modelo de los años 70, una visión “caducada que hay que actualizar: antes aplicábamos técnicas de terapia física, ahora hemos pasado a ser clínicos”.

El presidente de los fisioterapeutas considera que no tienen que vincularse a un departamento concreto como el de Rehabilitación, sino “adaptarnos a las demandas de las unidades” y trabajar con plena autonomía, “tal y como señala la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias”.

En un hospital enfocado a agudos, el valor del fisioterapeuta se basa en la especialización dentro de “unidades específicas como lesiones medulares, traumatismo craneoencefálico, etc. y dejar para Atención Primaria patologías menos complejas”.

MÁS ALLÁ DEL DEPARTAMENTO DE MANTENIMIENTO

“Los facultativos en general no saben lo que hay en la trastienda”. Luis Fernando Talavera es ingeniero en el Hospital Doctor Negrín de Gran Canaria y sabe lo que se cocina allí atrás. “No se nos ve mientras todo vaya bien”.

Algo está cambiando. Si un ingeniero estaba confinado tradicionalmente al departamento de Mantenimiento, la cada vez mayor presencia de los avances tecnológicos dentro del hospital está sacándoles de su despacho e incorporándoles a la toma de decisiones, si bien no lo suficiente. En su hospital ya hay ocho ingenieros, y otras 60 personas en mantenimiento sin contar con informática y electromedicina, aspectos cada vez más presentes.

“En general, los ingenieros están poco metidos donde se toman las decisiones de gestión sanitaria; deberían estar más involucrados, como parte de un equipo multidisciplinar para acoplar todas las necesidades del hospital ya que los ingenieros siempre hemos tenido una visión de conjunto: los facultativos conocen muchos sus servicios pero esa visión de conjunto no la tienen”.

Un ambiente burocratizado, mayor cuanto más grande es el hospital, mantiene a este profesional normalmente alejado del personal médico y del paciente, si bien desde este último Tobajas no considera que sea algo negativo.

El ingeniero apunta a que este profesional tendrá mayor relevancia en el día a día del hospital, por ejemplo, en el diseño de herramientas y prótesis por impresión 3D, y también en la planificación de nuevos espacios, para los que es deseable que el paciente le conozca y le exponga su punto de vista, “porque ahora las quejas nos llegan a través de terceros”.

City of Women, un santuario de mujeres en mitad del terror

"Nosotras nacimos buscando un cajón para enterrar a una mujer"


Fotografía de cabecera de Rita Lino



Luis M. Rguez.
http://www.playgroundmag.net/
I. Una vida entre invisibles
Microagresiones, lenguaje sexista en los medios, estereotipos corporales, violencia de género, gaps salariales, acoso en los bares... Seguro, ser mujer en el “primer mundo” es complicado, pero serlo en el resto del mundo es poco menos que heroico.
En Colombia, cincuenta años de conflicto armado han dejado un saldo descorazonador: alrededor de 4 millones de personas desplazadas, un 56 por ciento mujeres, y el porcentaje aumenta hasta más allá del 70 por ciento si incluimos en el cálculo a hijos e hijas.
En la cuna del realismo mágico, ser mujer pobre es, con demasiada frecuencia, sinónimo de superviviente. Superviviente de secuestros, torturas, violaciones, muerte... de uno mismo o de los hijos, la pareja o la familia extendida. Crímenes que demasiado a menudo quedan sin respuesta, dejando a esas personas en tierra de nadie, desplazadas, desvalidas, invisibles a los ojos del Estado.
"En Colombia, cincuenta años de conflicto armado han dejado alrededor de 4 millones de personas desplazadas. De ellas, un 70 por ciento son mujeres y niños"

Cuando, en 1998, Patricia Guerrero se instaló en Cartagena de Indias después de un año de exilio en California —su familia había sido amenazada de secuestro, y prefirieron curarse en salud poniendo tierra de por medio—, se topó con esa oscura realidad descrita en las líneas de arriba. Le bastó alejarse del brillo histórico de la capital de Bolívar para encontrar pozos negros que le golpearon las tripas.
Guerrero descubrió que en barrios pobres como El Pozón se concentraban más de 95.000 personas desplazadas. Personas, muchas de ellas mujeres, que vivían en las peores condiciones de miseria, en frágiles chabolas levantadas de un día para otro con chapas, hojas de palma, maderas o plásticos encontrados en cualquier lado.
Desde su llegada, una pregunta obsesionó a la retornada: ¿Quién atendía a aquellas mujeres?
Patricia preguntó a organizaciones sociales y a sacerdotes de barrios marginados que no supieron responder. Lo más que pudieron hacer fue invitarla a conocer personalmente a aquellas familias denáufragos sociales expulsados de sus tierras.
"¿Quién atendía a aquellas mujeres desplazadas?"

Fotografías de la Liga de Mujeres Desplazadas
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El desplazamiento de aquellas personas venía acompañado de relatos de miedo, crónicas de homicidios, masacres de comunidades enteras, desapariciones forzadas, amenazas, delitos sexuales, tortura... Habían tenido que abandonar abruptamente sus lugares de residencia, sus tierras, sus trabajos, por estar amenazadas. Muchas quedaron solas, a cargo de los hijos que sobrevivieron.
En aquel drama había muchos culpables, y pocos defensores. Guerrillas, paramilitares, cárteles criminales, ejército. Todos estaban detrás de aquellas historias de abuso y atropello.
En cuanto empezó a hablar con aquellas mujeres sin nada, Guerrero, abogada penalista especializada en Derecho Internacional Humanitario, sintió que había que hacer algo.
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II. La Liga de la fuerza
 Nosotras nacimos buscando un cajón para enterrar a una mujer”. Así reza la historia oficial de la Liga de Mujeres Desplazadas, la idea asociativa de una Patricia Guerrero dispuesta a dar voz a los sin voz.
Todo surgió según lo cuentan. Diez mujeres de Pozón se organizaron para pedir por las calles unas monedas para comprar un ataúd de pobre. Querían enterrar a su vecina Olivia Palacios, llegada a Cartagena desde Urabá, y fallecida por falta de asistencia médica. “Después nos organizamos para otras cosas”, cuenta Nivi Díaz, una de las lideres de la organización.
"Se calcula que el conflicto armado en Colombia ha dejado medio millón de mujeres violadas en las últimas cuatro décadas"
Poco a poco, la ambición y el alcance de la Liga fue creciendo. Su objetivo, uno y claro: buscar soluciones colectivas, organizadas y duraderas a sus problemáticas comunes como mujeres desplazadas por la violencia, y lograr la reparación por los daños psicológicos, morales y materiales sufridos.
Había que hablar todas a una . No quedaba otra.

Fotografía de Julia Zulver/Al Jazeera
Aquellas mujeres pronto organizaron una olla comunitaria. Luego vino una guardería casera para los hijos de las madres trabajadoras. Se las apañaron para convencer al Programa Mundial de Alimentos para que aportara comida a aquel barrio lleno de gente sin recursos y sin apenas acceso al trabajo. También gestionaron la creación de un refugio para familias huidas de la guerra, organizaron charlas y hasta jornadas de estudio jurídico.
“Comenzamos por entender qué es un servidor público, qué es la Constitución del 91, qué el Derecho Internacional Humanitario y cuáles los derechos de las mujeres”, explica Guerrero en una vieja entrevista.
"La Liga de Mujeres Desplazas nace en 1999 para buscar soluciones colectivas, organizadas y duraderas a sus problemáticas comunes como víctimas de la violencia armada"
“Después el tema de la impunidad empezó a calarles profundo. Se saben víctimas de un conflicto que no provocaron y empezaron a interesarse por entender cuáles son las leyes del conflicto, qué es el narcoparamilitarismo, la concentración de tierras y riquezas, la globalización económica, el negocio de la guerra, y cómo impacta todo eso en la vida de las mujeres”.
En cuestión de pocos meses, aquellas mujeres, en su mayoría indígenas de origen campesino, algunas totalmente iletradas, recitaban leyes y decretos con la soltura de un estudiante de derecho. Ahora sí, podían hacerse escuchar.

Fotografía de Julia Zulver/Al Jazeera
III. Bonanza, o el Sueño de una Vida Digna
Si algo une a las mujeres de la Liga es su desarraigo. Tuvieron que abandonar sus pueblos y veredas, sus tierras y trabajos, huyendo de las amenazas y las balas. Lo dejaron todo. Lo perdieron todo. Y llegaron a Cartagena sin nada, cargando pesadillas, con la espalda doblada por el dolor de haber visto al esposo o a los hijos acribillados, o desaparecidos sin dejar rastro.
En los barrios marginales de Cartagena, improvisaron refugios con lo que encontraron a mano. Bolsas de plástico, palos, mecates... Cuando sabes lo que es vivir entre el fango, nada tiene más valor que ese lugar al que puedes llamar casa.
 Para las mujeres, su casa es como parte de su cuerpo, es una extensión de su cuerpo, es el lugar donde se hacen los hijos, el lugar de los afectos, donde se hace el amor, donde se hace la comida. Es el lugar que te dignifica”.
Patricia Guerrero explica así la importancia de Bonanza, o la Ciudad de las Mujeres, una barriada diferente al resto, situada en el municipio de Turbaco, en el barrio El Talón, a cuarenta minutos de Cartagena.
"Para las mujeres, su casa es como parte de su cuerpo. Es el lugar que te dignifica (Patricia Guerrero)"
Fotografía de Julia Zulver/Al Jazeera
A mediados de la década pasada, coincidiendo con un recrudecimiento de la violencia en el Pozón, las mujeres de la Liga decidieron llevar un paso más allá su activismo restableciendo su derecho a la vivienda. Y lo hicieron, de nuevo, a su manera.
Si de amas de casas y campesinas habían dado el salto al activismo, convirtiéndose en defensoras de los derechos humanos e interlocutoras de políticos, ahora tocaba ser albañilas, urbanistas y arquitectas.
Su idea era clara: querían construir sus casas, con sus propias manosLevantar toda una ciudadela en la que tratar de reconstruir sus vidas.
Construyeron el barrio con sus propias manos, reunieron el dinero para comprar el lote, hicieron el trazado, cavaron la tierra, mezclaron el cemento, levantaron las paredes
La Liga se enteró de un proyecto de urbanización en Turbaco. Consiguieron el dinero para comprar el terreno gracias a la agencia de cooperación internacional USAID y a unos fondos de vivienda del gobierno colombiano. Entonces se dirigieron al promotor para imponer sus condiciones.
Ellas invertirían en el proyecto a cambio de que se las contratase como mano de obra no cualificada, querían ser obreras de sus propias casas. También crearon una Unidad de Producción Industrial para fabricar, sobre el terreno, los bloques de hormigón que habrían de usarse en la construcción. Bloques que el empresario debía comprometerse a comprarles. De esta forma aportarían trabajo y materiales al valor de la vivienda.
Queremos demostrar que organizadas sí se puede y que organizadas es más difícil desintegrarnos (Luvis Cárdenas)

Fotografía de Julia Zulver/Al Jazeera
Las mujeres de la Liga aprendieron a nivelar terrenos, a fabricar ladrillos y a mezclar cemento. Unas hicieron el trazado, otras cavaron la tierra. Juntas levantaron paredes y acondicionaron las calles arboladas. Mientras, otro grupo organizado como cooperativa se ocupaba de trabajar los cultivos para asegurar alimento para obreros y obreras.
Estuvieron tres meses trabajando a razón de doce horas diarias. El resultado, 98 viviendas de 78 metros cuadrados cada una, con dos habitaciones, sala, cocina, baño y un patio. Había nacido Bonanza, La Ciudad de las Mujeres.
"La Ciudad de las Mujeres es una sociedad matriarcal. Ellas resuelven sus problemas. Ellas dictan las normas. Ellas deciden su futuro"
¿Es Bonanza un santuario solo para ellas? No, no lo es. En muchas casas es posible ver a varones adultos —los compañeros—, pero los hombres no tienen ningún protagonismo en la comunidad. Si acaso, ayudan en lo que se les pide. La Ciudad de las Mujeres es una sociedad matriarcal. Ellas resuelven sus problemas. Ellas concilian. Ellas dictan las normas. Ellas deciden su futuro común.

Fotografía de Julia Zulver/Al Jazeera
Observada desde fuera, la ciudadela luce como un lugar seguro. Sin embargo, para las habitantes de la Ciudad de las Mujeres, la realidad diaria sigue teniendo mucho que ver con la violencia y las amenazas.
"Es difícil resistir porque el conflicto permanece y sigue a las víctimas, a las organizaciones, a las líderes: mata, asesina, desaparece. Te vuelves objetivo militar porque nuestro proyecto se enfrentó a toda la estructura política y paramilitar de la zona", dice la abogada Guerrero.
"Somos un hecho irrefutable. Somos un río de sangre vital y profundo. Y somos portadoras de una utopía posible"
Durante la construcción de la Ciudad de las Mujeres, varias personas cercanas a la Liga fueron asesinadas o desaparecieron. Desde entonces se han sucedido las amenazas por parte de grupos paramilitares como las Águilas Negras o el Ejercito Revolucionario Anticomunista ERPAC. En más de una ocasión han sufrido actos de sabotaje, pero ellas lo tienen claro: hay que resistir. "Juntas, con nuestras hijos... con el sueño que tenemos: esto construye la paz".
"Somos un hecho irrefutable. Somos un río de sangre vital y profundo. Y somos portadoras de una utopía posible", le gusta decir a Guerrero.
Ellas son ejemplo de resistencia y autogestión, un paradigma de empoderamiento y trabajo en equipo. La prueba de que, casi siempre, el cambio pasa por atreverse a poner una primera piedra. Digan lo que digan. Y si es juntos, mejor.
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"Verdad, Justica y Reparación Integral"