venres, 13 de outubro de 2017

El oscuro secreto del chocolate


Luis Meyer
http://ethic.es/
Costa de Marfil tiene ahora unas 2,5 millones de hectáreas de selvas naturales. Parece una cifra apabullante, pero por desgracia, no lo es: suponen una quinta parte de la masa forestal que había en el momento de su independencia en 1960, según cifras de la Unión Europea. La mayoría de las pérdidas se deben a la expansión de la actividad agrícola.
Como denuncia la ONG Mighty Earth, la tierra disponible para nuevas plantaciones de cacao en Costa de Marfil se acabó hace tiempo, por lo que los agricultores se trasladaron a parques y reservas, aprovechando una década de crisis política que terminó en 2011. El Gobierno ha tenido problemas para expulsar a los agricultores: en 2013 se denunciaron abusos a los derechos humanos cometidos por las fuerzas de seguridad.
Los mayores fabricantes de chocolate del mundo se han reunido recientemente, coordinados por el Príncipe de Gales, para discutir soluciones al mayor problema de su industria: la destrucción de las selvas tropicales para dar paso a la producción de chocolate a gran escala. Compañías como Olam, Mars, Mondelēz International, The Hershey Company y Nestlé estuvieron en la mesa para estudiar medidas enfocadas a que los clientes no tengan que sentirse culpables por consumir el goloso producto.
Mientras tanto, la deforestación por la producción de chocolate sigue devastando los bosques en África Occidental, muchos de los cuales ahora están a menos del 18% de su tamaño en el siglo pasado. Tal y como explican desde la ONG, «el apetito mundial por el chocolate está en un máximo histórico, por eso estamos viendo una carrera para expandir la producción de cacao, con plantaciones que invaden los bosques de África y la selva amazónica, destruyendo hábitats de chimpancés y animales en peligro de extinción». Solo en Perú, la producción ha aumentado cinco veces entre 1990 y 2013. «Consumimos cerca de tres millones de toneladas de chocolate y otros productos de cacao al año, y cada año la demanda mundial sube entre un 2 y un 5%», informan portavoces de Mighty Earth. La producción de cacao se ha duplicado de 1987 a 2007, lo que ha ocasionado pérdidas de biodiversidad y altas emisiones de carbono. Según advirtió recientemente el propio Ministerio de Agricultura de Costa de Marfil, aproximadamente el 80% de los bosques de ese país han desaparecido de 1960 a 2010. Los estudios ministeriales advierten de que el 70% de la deforestación ilegal está relacionada con la plantación de cacao, y el 12% del cacao del país se produce dentro de los parques nacionales.
Un placer contaminante
Según datos de Mighty Earth, la producción de una tableta de chocolate negro supone la emisión de unos 170 gramos de dióxido de carbono a la atmósfera. «Si la misma cantidad proviene de las plantaciones ilegales que causan deforestación, la huella de carbono sube al doble», explican en la ONG.
El impacto también es social: el mercado global del cacao generó alrededor de 100 mil millones de dólares en 2015, y emplea a entre 5 y 6 millones de pequeños agricultores que viven con menos de 1,25 dólares al día de media. La mayoría de los agricultores de cacao en Costa de Marfil y Ghana ganan poco más de medio dólar por jornada. Un informe de 2015 del Departamento de Trabajo de Estados Unidos desveló que la mano de obra infantil en estos países ascendió un 25% en los cinco años anteriores. «Está muy bien que se hayan reunido las principales empresas del sector para tratar este problema. Es urgente que se comprometan a llevar a cabo una verdadera producción responsable», zanjan en Mighty Earth.
La mayoría de los agricultores de cacao en Ghana ganan poco más de medio dólar por jornada

El 70% de la deforestación ilegal en Costa de Marfil proviene de las plantaciones de cacao



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