sábado, 3 de marzo de 2018

El Ártico y la Bestia del Este, relaciones sorprendentes

Los fenómenos climáticos extremos no dejan de sorprender a los climatólogos y últimamente estamos asistiendo a hechos que podríamos calificar de anómalos relacionados con nuestro clima. 
PEPE LARIOS
PRESIDENTE DE LA FUNDACIÓN EQUO
https://www.elsaltodiario.com/


El buque Eduard Toll atravesó en enero el paso del norte, a través del ártico, sin rompehielos. Foto: Teekay Corp.
En el norte de Groenlandia se han registrado durante 61 horas temperaturas por encima de las de deshielo, tres veces superior al último récord. Esta circunstancia, unida a los fuertes vientos, han propiciado que el mar de Bering haya perdido un tercio del hielo marino en solo ocho días. En algunas zonas de Siberia se han registrado temperaturas de hasta 35ºC por encima de la media para estas fechas, dándose la paradoja de que en León se han llegado a dar temperaturas más bajas que en Siberia. ¡Y esto ocurre en la noche del invierno polar!
El pasado mes de enero un petrolero sin rompehielos, el Eduard Toll, atravesó en pleno invierno el Ártico, desde Corea de Sur hasta Rusia; algo totalmente increíble teniendo en cuenta que los primeros cargueros que hacían esa ruta comenzaron a pasar en el verano de 2008. En zonas de Escandinavia llueve en lugar de nevar, y esto tiene serias consecuencias para los lapones que viven de la ganadería de renos: la lluvia se congela por las noches impidiendo a los renos alimentarse de su principal alimento, los líquenes, que en condiciones normales si estarían accesibles escarbando la nieve con sus pezuñas.
Esta situación tiene consecuencias paradójicas para nosotros, que vivimos en la zona templada del Hemisferio Norte, como estamos viendo, y sintiendo, con la llamada “Bestia del Este”. Efectivamente, la disminución de la diferencia de temperatura entre la zona polar y la zona templada hacen que el vortex que contiene el aire frío dentro del círculo polar se altere y las corrientes en chorro se alteren también, produciéndose oscilaciones que arrastran vientos polares hacia Europa. Estas anomalías están dejando temperaturas inferiores en Londres a las registradas en Cabo Morris Jesup, en el Norte de Groenlandia, que alcanzó 6,1ºC.
Parece que a nuestros gobernantes no les entra en la cabeza que podrán negociar con los países, pero no con las leyes de la física
Es cierto que no siempre se puede relacionar un determinado fenómeno climático con el calentamiento global; pero sí está científicamente demostrado que los fenómenos extremos, como el que estamos viviendo ahora, serán más frecuentes. Mientras tanto nuestros gobernantes, apenas mueven un dedo para afrontar el cambio climático, y no termina de arrancar el proceso de la elaboración de un Ley de Cambio Climático.
A esto se añade que las proyecciones de emisiones de gases de efecto invernadero de la propia Unión Europea recogen que, si bien se conseguirán los objetivos de reducción del 20% para 2020, no ocurriría así con los compromisos adquiridos en los Acuerdos de París para el año 2030, ya que las proyecciones recogen que se reducirían entre el 30 y el 32%, mientras que los compromisos adquiridos son del 40%.
No afrontar el cambio climático ya está implicando pérdidas importantes en la agricultura y otros sectores sensibles como el turismo; inundaciones con cada temporal, aumento de la incidencia de la sequía, incendios y olas de calor, que serán cada vez más y más intensas. Parece que a nuestros gobernantes no les entra en la cabeza que podrán negociar con los países, pero no con las leyes de la física. 

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